1 Del maestro de coro. Salmo. De David.
Acción de gracias por nuestro Rey.—«Te pidió vida y se la diste, vivir por años y años sin fin.»
2 Señor, tu fuerza regocija al rey: ¡cómo se alegra si tú lo haces triunfar!
3 Le has cumplido sus más caros deseos, no le has negado lo que te pedía.
4 Tú le presentas buenas bendiciones, con oro fino coronas su cabeza.
5 La vida que te pidió, tú se la diste: largos días, muchos y muchos años.
6 Debido a tu favor, será muy famoso, derramas sobre él honor y majestad.
7 Has puesto sobre él bendiciones eternas, tú lo haces feliz con tu presencia.
8 El rey confía en el Señor, el favor del Altísimo lo hace inquebrantable.
9 Tu mano encontrará a tus adversarios, tu diestra encontrará a los que te odian;
10 los dejarás, en cuanto te presentes, como si estuvieran en un horno. El Señor, en su ira, se los engullirá y un fuego los devorará.
11 Arrancarás de la tierra sus frutos y su semilla de entre los hombres.
12 Si contra ti traman algún mal, o meditan un plan, no se la podrán.
13 Pues tú harás que te den vuelta la espalda y contra ellos dispararás tus flechas.
14 ¡Señor, levántate, muestra tu poder y cantaremos con salmos tus proezas!