1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De Asaf. Cántico.
Después de una liberación.—Dios ha derrotado a los reyes que atacaban Jerusalén, la Ciudad Santa; su victoria anuncia otra definitiva en que salvará a los humildes.
2 En Judá Dios se ha dado a conocer,
grande es su nombre en Israel,
3 pues en Salem está su tienda
y su morada en Sión.
4 Allí rompió las flechas del arco,
el escudo, la espada, las armas de la guerra.
5 Allí estás radiante, majestuoso,
triunfante sobre montañas de trofeos:
6 ¡todo se les quitó!
Los valientes no despertaban de su sueño,
el ejército entero, todos desfallecieron.
7 Al oír tu amenaza, Dios de Jacob,
carro y caballo quedaron petrificados.
8 ¡Qué terrible eres tú!
¿Quién te resistirá el día de tu ira?
9 Si en los cielos dictas la sentencia,
la tierra se asusta y queda sin palabras.
10 Dios entonces se levanta, hace justicia
y salva a todos los humildes de la tierra.
11 El furor del hombre redundará en tu gloria,
los que escapen de tu cólera te alabarán.
12 ¡Hagan votos al Señor, al Dios de ustedes,
y vengan de todas partes a cumplirlos,
traigan ofrendas para el Dios terrible!
13 El apaga el coraje de los príncipes
y es terrible para los reyes de la tierra.