1 Les hablo de todo esto para que no se vayan a tam balear.
2 Serán expulsados de las comunidades judías; más aún, se acerca el tiempo en que cualquiera que los mate pensará que está sirviendo a Dios.
3 Y actuarán así porque no conocen ni al Padre ni a mí.
4 Se lo advierto de antemano para que, cuando llegue la hora, recuerden que se lo había dicho.
4 No les hablé de esto al principio porque estaba con ustedes.
5 Pero ahora me voy donde Aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy.
6 Se han llenado de tristeza al oír lo que les dije,
7 pero es verdad lo que les digo: les conviene que yo me vaya, porque mientras yo no me vaya el Protector no vendrá a ustedes. Yo me voy, y es para enviárselo.
8 Cuando venga él, rebatirá al mundo en lo que toca al pecado, al camino de justicia y al juicio.
9 ¿Qué pecado? Que no creyeron en mí.
10 ¿Qué camino de justicia? Mi partida hacia el Padre, ustedes ya no me verán.
11 ¿Qué juicio? El del príncipe de este mundo: ya ha sido condenado.
12 Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora.
13 Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad.
13 El no viene con un mensaje propio, sino que les dirá lo que escuchó y les anunciará lo que ha de venir.
14 El tomará de lo mío para revelárselo a ustedes, y yo seré glorificado por él.
15 Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío para revelárselo a ustedes.»
La promesa de una nueva presencia
16 «Dentro de poco ya no me verán, pero después de otro poco me volverán a ver.»
17 Algunos discípulos se preguntaban: «¿Qué querrá decir con eso: “Dentro de poco ya no me verán y después de otro poco me volverán a ver”? ¿Y qué significa: “Me voy al Padre”?»
18 Y se preguntaban: «¿A qué se refiere ese “dentro de poco”? No entendemos lo que quiere decir.»
19 Jesús se dio cuenta de que querían preguntarle y les dijo: «Ustedes andan discutiendo sobre lo que les dije: “Dentro de poco tiempo no me verán y después de otro poco me volverán a ver”.
20 En verdad les digo que llorarán y se lamentarán, mientras que el mundo se alegrará. Ustedes estarán apenados, pero su tristeza se convertirá en gozo.
21 La mujer se siente afligida cuando está para dar a luz, porque le llega la hora del dolor. Pero después que ha nacido la criatura se olvida de las angustias por su alegría tan grande; piensen: ¡un ser humano ha venido al mundo!
22 Así también ustedes ahora sienten tristeza, pero yo los volveré a ver y su corazón se llenará de alegría, y nadie les podrá arrebatar ese gozo.
23 Cuando llegue ese día ya no tendrán que preguntarme nada.
23 En verdad les digo que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre se lo concederá.
24 Hasta ahora no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, así conocerán el gozo completo.
25 Hasta ahora los he instruido por medio de comparaciones. Pero está llegando la hora en que ya no los instruiré con comparaciones, sino que les hablaré claramente del Padre.
26 Ese día ustedes pedirán en mi Nombre, y no será necesario que yo los recomiende ante el Pad re,
27 pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me aman a mí y creen que salí de Dios.
28 Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre.»
29 Los discípulos le dijeron: «Aho ra sí que hablas con claridad, sin usar parábolas.
30 Ahora vemos que lo sabes todo y no hay por qué hacerte preguntas. Ahora creemos que saliste de Dios.»
31 Jesús les res pondió: «¿Ustedes dicen que creen?
32 Está llegando la hora, y ya ha llegado, en que se dispersarán cada uno por su lado y me dejarán solo. Aunque no estoy solo, pues el Padre está conmigo.
33 Les he hablado de estas cosas para que tengan paz en mí. Ustedes encontrarán la persecución en el mundo. Pero, ánimo, yo he vencido al mundo.»