1 Cuando lo supieron los que estaban en el campamento, se conmovieron,
2 ya no respetaron ninguna disciplina, sino que llenos de miedo huyeron por todos los caminos de la montaña y la llanura.
3 Los que estaban en torno a los judíos, también huyeron; entonces los guerreros de Israel se dejaron caer sobre ellos.
4 Ozías mandó mensajeros a Betomestaim, a Jobá, a Coba y por todo Israel, para informarles de lo que había pasado, invitándolos a perseguir y destruir a los enemigos.
5 Cuando los israelitas supieron esto, se lanzaron sobre ellos, y los persiguieron hasta Coba. También acudieron los de Jerusalén y los de la montaña, pues ya sabían lo que había pasado en el campamento de sus enemigos. Los de Galaad y Galilea los persiguieron hasta más allá de Damasco.
6 En cuanto a los demás habitantes de Betulia, bajaron al campamento asirio, lo saquearon y recogieron grandes riquezas.
7 Los israelitas que volvían de la matanza se adueñaron del resto; también los hombres de las aldeas y granjas de las llanuras y montañas recogieron gran botín de todo lo que los enemigos habían abandonado.
8 El sumo sacerdote, Joaquín, y todo el Consejo de Ancianos de los habitantes de Jerusalén vinieron a enterarse de los beneficios con que el Señor había colmado a Israel, y para ver a Judit y saludarla. 9 Al entrar a su casa, todos la felicitaban con estas palabras:
9 «¡Tú eres la gloria de Jerusalén,
9 el orgullo supremo de Israel,
9 el honor mayor de nuestra raza!
10 ¡Qué obra más grande ha sido la de tus manos, y qué beneficiosa resultó para Israel! Dios ha mirado con buenos ojos todo lo que hiciste.
10 ¡Que el Señor Todopoderoso te bendiga a través de las edades!»
10 Y todos respondieron: ¡Amén!
11 El saqueo del campamento asirio duró un mes. A Judit le dieron la tienda de campaña de Holofernes con los objetos de plata, las camas, los cojines y todos los muebles. Ella lo tomó, trajo su mula y cargó todo en unos carros.
12 Todas las mujeres de Israel se reunieron para verla y aclamarla, y organizaron danzas para festejarla. Ella tomó palmas y las distribuyó entre las mujeres que la acompañaban.
13 Judit iba encabezando al pueblo y guiando la danza de las mujeres. Todos los hombres de Israel la seguían armados, llevando en la frente coronas y cantando himnos.
14 Judit entonó este canto de acción de gracias, y todo Israel le respondía: