La Biblia Latinoamericana
作者:神与人
Primer Libro de las Crónicas (1Crón)
Introducción Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3
Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7
Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 Capítulo 11
Capítulo 12 Capítulo 13 Capítulo 14 Capítulo 15
Capítulo 16 Capítulo 17 Capítulo 18 Capítulo 19
Capítulo 20 Capítulo 21 Capítulo 22 Capítulo 23
Capítulo 24 Capítulo 25 Capítulo 26 Capítulo 27
Capítulo 28 Capítulo 29    
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Introducción
INTRODUCCION A LAS CRÓNICAS
En un primer momento las Crónicas parecen no contener muchas cosas que no hayamos leído en los libros anteriores, especialmente en los libros de Samuel y de los Reyes. La diferencia está en la manera de presentar los hechos.
Cuando regresaron los judíos deportados a Babilonia, Judá no era más que una provincia del imperio persa, pero la reforma de Esdras había hecho de los sacerdotes la única autoridad de la provincia judía. Los sacerdotes ahora quieren una historia de Israel que conduzca a sus lectores desde Moisés, que lo ha previsto todo, hasta Esdras, que ha reformado todo, pasando por el santo rey David que ha organizado y codificado la liturgia. Todo gira en torno al templo de Jerusalén y la vocación única del pueblo judío. El autor no quiere negar las faltas del pasado, pero sobre todo se necesitan grandes ejemplos; la vida y la obra de David y de Salomón, pues, recibirán un trato especial y serán escritas como una “vida de santos”, quedándose como figuras ejemplares.
Éste es el marco en que se escribieron las Crónicas. Un libro plagado de genealogías, porque entre los sacerdotes la posición dependía de la familia donde uno había crecido. No deberían extrañarnos, por tanto, las genealogías fabulosas con que comienza la obra: la genealogía de David se remonta ¡hasta Adán! Un libro lleno de cifras fantásticas (como los Números o como los 600.000 hombres del Éxodo). Una historia que sólo se ocupa del reino de Judá, olvidando o condenando a priori todo lo que había pasado en las otras tribus de Israel: en cuanto se separaron del centro elegido por Dios, perdieron el beneficio de sus promesas.
Las Crónicas, redactadas con toda probabilidad al final del siglo cuarto, siempre han sido consideradas como un libro reservado a los estudiosos y apenas encontraron un lugar en la liturgia judía. Hoy en día, para el lector que se toma la libertad de pegar un triple o cuádruple salto por encima de las listas interminables de nombres, deben su sabor a las numerosas tradiciones curiosas que han sabido conservar.
El libro manifiesta a veces una estrechez de espíritu propia de personas que viven de uno o dos principios. Pero también nos ofrece una visión grandiosa del culto de Dios, de la oración de un pueblo, de la convicción que el pueblo elegido debe tener de su propia identidad. Insiste, entre otras cosas, en que la unidad es a la vez la riqueza y la obligación del pueblo de Dios, condición para que la obediencia a Dios sea auténtica. Para nosotros la ciudad de Jerusalén y el Templo único han sido sustituidos por la Iglesia única. Ninguno de los que se buscan iglesias a su gusto podrá leer este libro sin sentirse interpelado.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 1
Lista de pueblos, de ciudades y de antepasados, de Adán a Abraham
1 Adán, Set, Enós,
2 Quenán, Mahaliel, Jered;
3 Henoc, Matusalén, Lamec,
4 Noé, Sem, Cam y Jafet.
5 Hijos de Jafet: Gómer, Magog, los medos, Javán, Tubal, Mésec y Tirás.
6 Hijos de Gómer: Asquenas, Rifat y Togormá.
7 Hijos de Javán: Elizá, Tarsis, Quittim y Rodanim.
8 Hijos de Cam: Cus y Misraim Put, y Canaán.
9 Hijos de Cus: Sebá, Javilá, Sabtá, Ramá y Sabtecá. Hijos de Ramá: Sebá y Dedán.
10 Cus engendró a Nimrod, que fue el primer hombre poderoso de la tierra.
11 Misraim engendró a los luditas, anamitas, lehabitas, naftujitas,
12 patrusitas, caslujitas y caftoritas, de donde proceden los filisteos.
13 Canán engendró a Sidón su primogénito, a Het,
14 y al jebuseo, al amorreo, al guirgaseo,
15 al jeveo, al arquita, al sinita,
16 al arvadita, al semarita y al jamatita.
17 Hijos de Sem: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Hijos de Aram: Us, Jul, Guéter y Mésec.
18 Arfaxad engendró a Selaj y Selaj engendró a Héber.
19 A Héber le nacieron dos hijos: el nombre del primero era Péleg, porque en sus días fue dividida la tierra, y el nombre de su hermano era Yogtán.
20 Yogtán engendró a Almodad, Selef, Jasarmávet, Yéraj,
21 Hadoram, Uzal Diglá,
22 Ebal, Abimael, Seba,
23 Ofir, Javilá, Yobab. Todos ellos hijos de Yogtán.
24 Sem, Arfaxad, Selaj,
25 Héber, Péleg, Reú,
26 Serug, Najor, Teraj,
27 Abram, o sea Abraham.
Descendencia de Abraham
28 Hijos de Abraham: Isaac e Ismael.
29 Sus descendientes son éstos:
29 El primogénito de Ismael: Nebayot; después, Quedar, Abdeel, Mibsam,
30 Mismá, Dumá, Masá, Jadad, Temá,
31 Yetur, Nafis y Quedmá. Estos son los hijos de Ismael.
31 Hijos de Queturá, concubina de Abraham. Dio a luz a Zimrán, Jocsán, Medán, Madián, Jisbaq y Súaj.
32 Hijos de Yoqsán: Sebá y Dedán.
33 Hijos de Madián: Efá, Efer, Henoc, Abidá y Eldaá. Todos ellos son hijos de Queturá.
34 Abraham engendró a Isaac. Hijos de Isaac: Esaú e Israel.
35 Hijos de Esaú: Elifaz, Reuel, Jeus, Yalam y Coré.
36 Hijos de Elifaz: Temán, Omar, Sefi, Gatam, Quenaz, Timmá y Amalec.
37 Hijos de Reuel: Nájat, Zéraj, Sammá y Miza.
38 Hijos de Seír: Lotán, Sobal, Sibón, Aná, Disón, Eser y Disán.
39 Hijos de Lotán: Jori y Homá. Hermana de Lotán fue Timná.
40 Hijos de Sobá: Alyán, Manájat, Ebal, Sefi y Onam. Hijos de Sibón: Ayá y Aná.
41 Hijos de Aná: Disón. Hijos de Disón: Jamrán, Esbam, Jitram y Keram.
42 Hijos de Eser: Bilán, Zayán y Yacán. Hijos de Disón: Us y Aran.
43 Estos son los reyes que reinaron en el país de Edom antes que hubiera rey entre los israelitas: Bela, hijo de Beor; el nombre de su ciudad era Dinaba.
44 Murió Bela, y reinó en su lugar Yobab, hijo de Zéraj, de Bosrá.
45 Murió Yobab y reinó en su lugar Jusam, del país de los teranitas.
46 Murió Jusam, y en su lugar reinó Abad, hijo de Bedad, que derrotó a los madianitas en los campos de Moab; el nombre de su ciudad fue Avit.
47 Murió Adad, y reinó en su lugar Samlá, de Marecá.
48 Murió Samlá y reinó en su lugar Saúl, de Rejobot-han-Nahar.
49 Murió Saúl y reinó en su lugar Baal-Janán, hijo de Acbor.
50 Murió Baal-Janán y reinó en su lugar Hadad. El nombre de su ciudad era Paí, y el de su mujer Mehetabel, hija de Matred, hija de Mezahab.
51 Murió Hadad y hubo gobernadores, llamados jeques, en Edom: el jeque Timmá, el jeque Alyá, el jeque Yetet,
52 el jeque Olibamá, el jeque Elá, el jeque Pinón,
53 el jeque Quenaz, el jeque Temán, el jeque Mibsar,
54 el jeque Magdiel, el jeque Iram. Estos fueron los jeques de Edom.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 2
Hijos de Israel y descendientes de Judá
1 Estos son los hijos de Israel: Rubén, Simeón, Leví y Judá, Isacar y Zabulón,
2 Dan, José y Benjamín, Neftalí, Gad y Aser.
3 Hijos de Judá: Er, Onán y Selá; los tres le nacieron de la hija de Suá, la cananea. Er, primogénito de Judá, era malo a los ojos de Yavé, que le quitó la vida.
4 Tamar, nuera de Judá, le dio a luz a Fares y Zéraj. Todos los hijos de Judá fueron cinco.
5 Hijos de Fares: Hesrón y Jamul.
6 Hijos de Zéraj: Zimrí, Hetán, Hemán, Calcol y Darda, en total cinco.
7 Hijos de Carmi: Acar, que perturbó a Israel por haber violado el anatema.
8 Hijos de Etam: Azarías.
9 Hesrón fue padre de Jerajmeel, Ram y Kelubay.
10 Ram fue padre de Aminadab y éste de Najasón, príncipe de los hijos de Judá.
11 Najasón fue padre de Salmá, éste de Booz,
12 éste de Obed y éste de Jesé.
13 Jesé tuvo siete hijos, el primogénito Eliab, y después Abinadab, Sama,
14 Netanel, Raday,
15 Osem y David.
16 Sus hermanas fueron Sarvia y Abigaíl. Hijos de Sarvia: Abisay, Joab y Asael, tres.
17 Abigaíl dio a luz a Amasá, cuyo padre fue Jeter el ismaelita.
18 Caleb, hijo de Hesrón, engendró a Azubá, Isá y Jeriot. Estos son sus hijos: Jéser, Sobab y Ardón.
19 Murió Azubá y Caleb tomó por mujer a Efratá, de la que tuvo a Jur.
20 Jur engendró a Uri, y Uri engendró a Besaleel.
21 Después se unió Hesrón a la hija de Maquir, padre de Galaad. Tenía él sesenta años cuando la tomó por mujer y le dio a luz a Segub.
22 Segub engendró a Jaír, que poseyó veintitrés ciudades en el país de Galaad.
23 Pero los guesuritas y los arameos se apoderaron de las aldeas de Jaír, con Quenat y sus campamentos: sesenta ciudades. Todos éstos son los hijos de Maquir, padre de Galaad.
24 Después de morir Hesrón, Caleb se unió a Efratá, mujer de su padre Hesrón, la cual le dio a luz a Asjur padre de Tecoa.
25 Los hijos de Jerajmeel, primogénito de Hesrón, fueron: Ram, el primogénito, Buná, Orén, Osem y Ajías.
26 Jerajmeel tuvo otra mujer cuyo nombre era Atará, que fue madre de Onam.
27 Los hijos de Ram, primogénito de Jerajmeel, fueron: Maás, Yamín y Equer.
28 Y los hijos de Onam fueron Samay y Yadá. Los hijos de Samay, Nadab y Abisur.
29 La mujer de Abisur se llamaba Abigaíl, que dio a luz a Ajbán y Molid.
30 Los hijos de Nadab fueron Séled y Apaim; Séled murió sin hijos.
31 Hijo de Apaim fue Jisí; hijo de Jisí, Sesán; hijo de Sesán, Ajlay.
32 Hijos de Yadá, hermano de Samay, fueron Jéter y Jonatán; Jéter murió sin hijos.
33 Hijos de Jonatán: Pélet y Zazá. Estos fueron los descendientes de Jerajmeel.
34 Sesán no tuvo hijos, sino hijas; tenía Sesán un siervo egipcio que se llamaba Yarjá.
35 Y dio Sesán una hija suya a su siervo Yarjá por esposa, la cual le engendró a Atay.
36 Atay engendró a Natán, Natán engendró a Zabad,
37 Zabad engendró a Efal, Efal engendró a Obed,
38 Obed engendró a Jehú, Jehú engendró a Azarías,
39 Azarías engendró a Jeles, Jeles engendró a Elasá,
40 Elasá engendró a Sismay, Sismay engendró a Sal-lum,
41 Sal-lum engendró a Jecamías, Jecamías engendró a Elisama.
42 Hijos de Caleb, hermano de Jerajmeel: Mesá, su primogénito, que fue padre de Zif; tuvo por hijo a Maresá, padre de Hebrón.
43 Hijos de Hebrón: Coré, Tapnaf, Requem y Sema.
44 Sema engendró a Rajam, padre de Yorqueam, Requem engendró a Samay.
45 Hijo de Samay fue Maón y Maón fue padre de Bet-Sur.
46 Efá, concubina de Caleb, dio a luz a Jarán, Mosá y Gazes; Jarán engendró a Gazes.
47 Hijos de Yadav: Reguem, Jotam, Guesán, Pelet, Efá y Saaf.
48 Maacá, concubina de Caleb, dio a luz a Séber y Tirjama.
49 Engendró también a Saaf, padre de Madmaná, y a Sevá, padre de Majbená y padre de Guibeá. Hija de Caleb fue Axá. 50 Estos fueron los hijos de Caleb.
50 Hijos de Jur, primogénito de Efratá: Sobal, padre de Cariatiarim;
51 Salmá, padre de Belén; Járef, padre de Bet-Gader.
52 Sobal, padre de Cariatiarim, tuvo por hijos a Haroé, es decir, la mitad de los manajistas
53 y las familias de Cariatiarim; los jitríes, los putíes, los sumatíes y los misraíes. De ellos salieron los soratíes y los de Estol.
54 Hijos de Salmá: Belén y los netofatíes, Atrot-Ben-Joab, la otra mitad de los manajitas, los soríes y
55 las familias de los sofríes que habitaban en Jabés, los tiratíes, los simatíes, los sucatíes. Estos son quenitas descendientes de Jamat, padre de la familia de Recab.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 3
Descendencia de David
1 Estos son los hijos que le nacieron a David en Hebrón: el primogénito Amnón, hijo de Ajinoam, de Jizreel; el segundo, Daniel, hijo de Abigaíl de Carmelo;
2 el tercero Absalón, hijo de Maacá, hija de Talmay, rey de Guesur; el cuarto, Adonías, hijo de Jaguit;
3 el quinto, Sefatías, de Abital; el sexto, Jitream, de su mujer Eglá.
4 Estos seis le nacieron en Hebrón, donde reinó siete años y seis meses.
4 Reinó en Jerusalén treinta y tres años.
5 Estos son los que le nacieron en Jerusalén: Simá, Sobab, Natán, Salomón, los cuatro de Betsabé, hija de Ammiel. Además,
6 Jibjar, Elisamá, Elifelet,
7 Nogah, Néfeg, Yafia,
8 Elisamá, Elyadá, Elifélet: nueve.
9 Estos son los hijos de David, sin contar los hijos de las concubinas. Hermana de ellos fue Tamar.
10 Salomón fue padre de Roboam, éste de Abías, éste de Asá, éste de Josafat,
11 éste de Joram, éste de Ocozías, éste de Joás,
12 éste de Amasías, éste de Azarías, éste de Jotam,
13 éste de Ajaz, éste de Ezequías, éste de Manasés,
14 éste de Amón, éste de Josías.
15 Hijos de Josías: Yojanán, el primogénito; Joaquim, el segundo; Sedecías, el tercero; Salum, el cuarto.
16 Hijos de Joaquim: su hijo Joaquín y su hijo Sedecías.
17 Hijos de Joaquín el desterrado: Sealtiel. Sus hijos:
18 Malquiram, Pedaías, Senasar, Jeconías, Hosamá, Nedabías. Hijos de Pedías: Zorobabel y Semí.
19 Hijos de Zorobabel: Mesulam, Henanías y Selomit, hermana de ellos.
20 Hijos de Mesulam: Hasubá, Ohel, Berequías, Hasadías y Yusab-Jesed: cinco.
21 Hijos de Hana nías: Pelatías; Isaías, hijo suyo; Refaías, hijo suyo; Arnán, hijo suyo; Abdías, hijo suyo; Secanías, hijo suyo. Hijos de Secanías:
22 Semaías, Jatús, Jigal, Bariaj, Nea rías y Safal: seis.
23 Hijos de Nearías: Elyoenay, Ezequías, Azricam: tres.
24 Hijos de Elyoenay: Jodaías, Elyasib, Pe laías, Acub, Jojanán, Delaías y Ananí: siete.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 4
Genealogías de los príncipes de las doce tribus
1 Hijos de Judá: Fares, Hesrón, Carmí, Jur y Sobal.
2 Reaías, hijo de Sobal, engendró a Yajat, Yajat engendró a Ajuma y Lahad. Estas son las familias de los soreatitas.
3 Estos fueron los hijos de Etam: Jizrael, Jismás y Jibdás. Su hermana se llamaba Haselponí.
4 Penuel fue padre de Guedor, y Ezer, padre de Jusá.
5 Estos son los hijos de Jur, primogénito de Efratá, padre de Belén. Asjur, padre de Tecoa, tuvo dos mujeres: Elea y Naará.
6 Naará dio a luz a Ajuzam, Jéfer, los timeítas y los ajastaritas. Estos son los hijos de Naará.
7 Hijos de Elea: Seret, Jesojar, Etnán.
8 Cos engendró a Anub y Sobeba y las familias de Ajarjel, hijo de Harum.
9 Pero Jabés fue más ilustre que sus hermanos, y su madre le dio el nombre de Jabés, diciendo: «Di a luz con dolor.»
10 Jabés invocó al Dios de Israel, exclamando: «Si de verdad me bendices, se ensancharán mis términos, tu mano estará conmigo y alejarás el mal para que no padezca aflicción.» Y le concedió Dios lo que pedía.
11 Caleb, hermano de Sujá, engendró a Mejir, que fue padre de Estón.
12 Estón engendró a Bet-Rafá, Paseaj y Tejiná, padre de Ir-Najás, hermano de Eselón el queniceo. Estos son los hombres de Recab.
13 Hijos de Quenaz: Otoniel y Seraías. Hijos de Otoniel: Jatat y Meonotay.
14 Meonotay engendró a Ofrá, y Seraías engendró a Joab, padre de Gue-Jarasim, pues eran artesanos.
15 Hijos de Caleb, hijo de Jefuné: Iru, Elá y Naán; hijo de Elá: Quenaz.
16 Hijos de Jeha led: Zif, Zifá, Tiryá y Asavel.
17 Hijos de Ezra: Jéter, Méred, Efer y Yalón. Jéter fue padre de María, Samay y Jisbaj, padre de Estemoa.
18 Su mujer, la de Judá, dio a luz a Jered, padre de Guedor, a Jéber, padre de Socó, y a Jecutiel, padre de Zanóaj. Estos son los hijos de Bitía, hija de faraón, que Méred había tomado por esposa.
19 Hijos de la mujer de Odías, hermana de Nájam: el padre de Queilá el garmita y Estemoa el macateo.
20 Hijos de Simón: Ammón y Riná, Ben-Janán y Tilón. Hijos de Jisí: Zojet y Ben-Zojet.
21 Hijos de Selá, hijo de Judá: Er, padre de Lecá, y Ladá, padre de Maresá y las familias de los que trabajan el lino en Bet-Asbea.
22 Joaquim, los hombres de Cozebá y Joás y Saraf, que se casaron en Moab, antes de volver a Belén. Estas son cosas muy antiguas.
23 Ellos eran alfareros y habitaban en Netaim y Gaderá; moraban allí con el rey, trabajando a su servicio.
24 Hijos de Simeón: Nemuel, Yanun, Yarib, Zéraj y Saúl.
25 Salum, su hijo; Mibsam, su hijo; Mismá, su hijo.
26 Hijos de Mismá: Jamuel, hijo suyo; Zacur, hijo suyo; Simí, hijo suyo.
27 Simí tuvo dieciséis hijos y seis hijas, pero sus hermanos no tuvieron muchos hijos, ni se multiplicaron todas sus familias como los hijos de Judá.
28 Habitaban en Bersebá, Moladá, Jasar-Sual,
29 Bilá, Esem y Tolad, Betuel, Jormá, Siquelag,
30 Bet-Marjabot, Jasar-Susim, Bet-Birí y Saarayim.
31 Estas fueron sus ciudades hasta el reino de David.
32 También sus aldeas: Etam, Ain, Rimmón, Toquen y Asán, cinco ciudades,
33 y todas sus aldeas que están en torno a aquellas ciudades, hasta Baalat. Aquí habitaron y se distribuyeron por grupos.
34 Mesobab, Yamlec, Yosá, hijo de Amasías,
35 Joel, Jehú, hijo de Yosibías, hijo de Seraías, hijo de Aviel;
36 Elyoenay, Yaacobá, Jesojaías, Asaías, Adiel, Jesimiel y Benaías,
37 Zizá, hijo de Sifi, hijo de Alón, hijo de Jedaías, hijo de Simrí, hijo de Semaías.
38 Estos que han sido citados por sus nombres son los que vinieron con sus familias y sus casas paternas y se multiplicaron grandemente.
39 Se dirigieron a la entrada de Guedor, hasta el oriente del valle, buscando pastos para sus ganados.
40 Y hallaron pastos abundantes y buenos y una tierra espaciosa, tranquila y segura, pues antes habían morado allí los descendientes de Cam.
41 Estos que se han citado por sus nombres vinieron en tiempos de Eze quías, rey de Judá, y destruyeron las tiendas de aquéllos, y los refugios que allí se encontraban, entregándolos al anatema hasta el día de hoy; y habitaron en lugar de ellos, ya que había allí pastos para sus ganados.
42 Algunos de los hijos de Simeón, en número de quinientos hombres, se fueron a la montaña de Seír, siendo sus jefes Selatías, Nearías, Refaías, Uziel, hijo de Ysí;
43 derrotaron a los restos de Amalec, que habían escapado, y habitaron allí hasta el día de hoy.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 5
1 Hijos de Rubén, primogénito de Israel. Rubén había nacido el primero, pero porque fue con la concubina de su padre, sus derechos de primogénito pasaron a los hijos de José, hijo de Israel. Con todo, José no fue inscrito en las genealogías como el primogénito,
2 pues Judá se hizo poderoso entre sus hermanos y de él procede el príncipe, pero los derechos de primogénito pertenecen a José.
3 Hijos de Rubén, primogénito de Israel: Henoc, Palú, Hesrón y Carmí.
4 Hijos de Joel: Semaías, hijo suyo; Gog, hijo suyo; Simí, hijo suyo;
5 Mica, hijo suyo; Reaías, hijo suyo; Baal, hijo suyo;
6 Beerá, hijo suyo, al cual Teglatfalasar, rey de Asiria, llevó cautivo. Era jefe de los rubenitas.
7 Hermanos suyos, por familias, agrupados según sus genealogías: el primero, Jeiel, Zacarías,
8 Belá, hijo de Azaz, hijo de Sema, hijo de Joel.
8 Estos habitaban en Aroer y hasta Nebo y Baal-Meón.
9 Habitaban, asimismo, al oriente desde el río Eufrates hasta el borde del desierto, pues sus ganados se habían multiplicado en la tierra de Galaad.
10 En los días de Saúl hicieron guerra contra los agareos, que cayeron en sus manos; y habitaron en sus tiendas por toda la parte oriental de Galaad.
11 Los hijos de Gad habitaban frente a ellos en la tierra de Basán hasta Salcá.
12 Joel fue el primero, Safán, el segundo; luego Yany y Safat, en Basán.
13 Sus hermanos, por casas paternas, fueron: Miguel, Mesulam, Seba, Yoraim, Yacán, Zía y Héber: siete.
14 He aquí los hijos de Abigaíl, hijo de Jurí, hijo de Jaroaj, hijo de Galaad, hijo de Miguel, hijo de Jesisay, hijo de Yajó, hijo de Buz.
15 Ají, hijo de Abdiel, hijo de Guní, era cabeza de sus casas paternas.
16 Habitaban en Galaad, en Basán y sus aldeas, y en todos los pastizales comunes de Sarón hasta sus confines.
17 Todos ellos fueron alistados en los días de Jotam, rey de Judá, y en los días de Jeroboam, rey de Israel.
18 Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés, eran hombres valientes, llevaban escudo y espada, manejaban el arco y eran diestros en la guerra. Eran 44.760, listos para la guerra.
19 Hicieron guerra contra los agareos, contra Jetur, Nafis y Nodab,
20 y Dios los ayudó contra ellos, de suerte que los agareos y todos los que con ellos estaban fueron derrotados, pues en la batalla clamaron a Dios y les fue propicio, por cuanto confiaban en él.
21 Capturaron sus ganados: sus camellos, en número de 50.000, 250.000 ovejas, 2.000 burros y 100.000 personas, pues
22 por ser guerra de Dios, cayeron muertos muchos. Habitaron el lugar de ellos hasta el destierro.
23 Los hijos de la media tribu de Manasés habitaron en el país desde Basán hasta Baal-Hermón, Senir y la montaña de Hermón.
24 Eran muy numerosos. He aquí los jefes de sus casas paternas: Efer, Jisí, Eliel, Azriel, Jeremías, Jodavías y Yajdiel, hombres valerosos, gente famosa, jefes de sus casas paternas.
25 Pero fueron infieles al Dios de sus padres y se prostituyeron siguiendo a los dioses de los pueblos del país que Dios había destruido delante de ellos.
26 Por lo cual el Dios de Israel excitó contra ellos a Teglatfalasar, rey de Asiria, que deportó a los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés, y los llevó a Calaj, Haber, Jará y el río Gozan, hasta el día de hoy.
Genealogía de los sumos sacerdotes
27 Hijos de Leví: Guersón, Quehat y Merarí.
28 Hijos de Quehat: Amram, Jishar, Hebrón y Uziel.
29 Hijos de Amram: Aarón, Moisés y María. Hijos de Aarón: Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar.
30 Eleazar fue padre de Finjas, éste de Abisua, éste de Buqui, éste de Uzi,
31 éste de Zarajías, éste de Merayot,
32 éste de Amarías, éste de Ajitub,
33 éste de Sadoc, éste de Ajimaas,
34 éste de Azarías, éste de Yojanán,
35 éste de Azarías, el cual ejerció el sacerdocio en la Casa que Salomón edificó en Jerusalén.
36 Azarías fue padre de Amarías, éste de Ajitub,
37 éste de Saco, éste de Salum,
38 éste de Hilquías, éste de Azarías,
39 éste de Seraías, éste de Josadec.
40 Este salió cuando Yavé deportó a Judá y Jerusalén por mano de Nabucodonosor.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 6
Familias de los levitas
1 Hijos de Leví: Guersón, Quehat y Merarí.
2 Estos son los nombres de los hijos de Guersón: Libní y Simí.
3 Hijos de Quehat: Amram, Jishar, Hebrón y Uziel.
4 Hijos de Merarí: Majlí y Musi. Estas son las familias de los levitas, según sus casas pa ternas.
5 De Guersón: Libní, hijo suyo; Yajat, hijo suyo; Zimmá, hijo suyo;
6 Yoaj, hijo suyo; Iddó, hijo suyo; Zéraj, hijo suyo; Yeatray, hijo suyo.
7 Hijos de Quehat: Aminadab, hijo suyo; Coré, hijo suyo; Assir, hijo suyo;
8 Elcaná, hijo suyo; Ebyasaf, hijo suyo; Asir, hijo suyo;
9 Tajat, hijo suyo; Uriel, hijo suyo; Saúl, hijo suyo.
10 Hijos de Elcaná: Amasay y Ajimot.
11 Elcaná, hijo suyo; Sufay, hijo suyo; Nájat, hijo suyo;
12 Eliab, su hijo; Jerojaim, su hijo; Elcaná, hijo suyo.
13 Hijos de Samuel: Joel, el primogénito, y Abías, el segundo.
14 Hijos de Merarí: Majlí; Libní, hijo suyo; Simí, hijo suyo; Uzá, hijo suyo;
15 Simca, hijo suyo; Jagguías, hijo suyo; Asaías, hijo suyo.
16 Estos son los que puso David para dirigir el canto en la casa de Yavé, desde que el Arca tuvo un lugar de reposo.
17 Ejercían el ministerio de cantores ante la Morada de la Tienda de Reunión, hasta que Salomón edificó la Casa de Yavé en Jerusalén. Cumplían su servicio conforme a su reglamento.
18 Estos son los que ejercían ese ministerio con sus hijos:
18 De los hijos de Quehat: Hemán, el cantor, hijo de Joel, hijo de Samuel,
19 hijo de Elcaná, hijo de Jerojam, hijo de Eliel, hijo de Tóaj,
20 hijo de Suf, hijo de Elcaná, hijo de Májat, hijo de Amasay,
21 hijo de Elcaná, hijo de Joel, hijo de Azarías, hijo de Sofonías,
22 hijo de Tájat, hijo de Asir, hijo de Ebyasaj, hijo de Coré,
23 hijo de Jisear, hijo de Quehat, hijo de Leví, hijo de Israel.
24 Su hermano Asaf, que asistía a su derecha: Asaf, hijo de Berequías, hijo de Simá,
25 hijo de Miguel, hijo de Basías, hijo de Malaquías,
26 hijo de Etni, hijo de Zéraj, hijo de Adaías,
27 hijo de Etán, hijo de Zima, hijo de Simí,
28 hijo de Yájat, hijo de Guersón, hijo de Leví.
29 Los hijos de Merarí, hermanos de ellos, asistían a la izquierda: Etán, hijo de Quisí, hijo de Abadí, hijo de Maluc,
30 hijo de Asabías, hijo de Amasías, hijo de Ilquías,
31 hijo de Amasí, hijo de Baní, hijo de Sémer,
32 hijo de Majalí, hijo de Musí, hijo de Merarí, hijo de Leví.
33 Sus hermanos, los levitas, estaban dedicados al servicio de la morada de la Casa de Dios.
34 Aarón y sus hijos quemaban las ofrendas en el altar del holocausto y en el altar de los perfumes, según todo el servicio de las cosas sacratísimas, y hacían la expiación por todo Israel, conforme a todo cuanto había mandado Moisés, siervo de Dios.
35 Estos son los hijos de Aarón: Eleazar, su hijo; Finjas, su hijo; Abisúa, su hijo;
36 Buquí, su hijo; Uzí, su hijo; Zerajías, su hijo;
37 Merayot, su hijo; Amarías, su hijo; Ajitub, su hijo;
38 Sadoq, su hijo; Ajimas, su hijo.
39 He aquí las residencias según el orden de sus territorios.
39 A los hijos de Aarón, de la familia de los quehatitas —según la suerte cayó para ellos—,
40 se les dio Hebrón, en la tierra de Judá, con sus pastizales circundantes;
41 pero el campo de la ciudad y sus aldeas se dieron a Caleb, hijo de Jefunné.
42 Se dio a los hijos de Aarón como ciudades de asilo: Hebrón, Libná con sus pastizales, Jatir con sus pastizales,
43 Debir con sus pastizales,
44 Asán con sus pastizales, y Betsemés con sus pastizales. De la tribu de Benjamín: Guebá con sus pastizales, Alémet con sus pastizales y Anatot con sus pastizales.
45 El total de todas sus ciudades: trece ciudades según sus familias.
46 A los otros hijos de Quehat les dieron por sorteo, conforme a sus familias, diez ciudades de la tribu de Efraím, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés.
47 A los hijos de Guersón, según sus familias, trece ciudades de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la tribu de Manasés, en el Basán.
48 A los hijos de Merarí, según sus familias, les tocaron en suerte doce ciudades de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón;
49 los hijos de Israel dieron a los levitas estas ciudades con sus pastizales.
50 De la tribu de los hijos de Judá, de la tribu de los hijos de Simeón y de la tribu de los hijos de Benjamín, les tocaron en suerte las ciudades a las que pusieron sus nombres.
51 En la tribu de Efraím se tomaron ciudades para algunas familias de los hijos de Quehat.
52 Se les asignó como ciudades de asilo: Siquem con sus pastizales, en la montaña de Efraím, Gezer con sus pastizales,
53 Yoqmean con sus pastizales y Betorón con sus pastizales,
54 Ayalón con sus pastizales, Gat-Rimón con sus pastizales.
55 Y de la media tribu de Manasés: Aner con sus pastizales, Gat-Rimón con sus pastizales.
56 Para los hijos de Guersón: De las familias de la media tribu de Manasés, Golán, en Basán, con sus pastizales. Astarot con sus pastizales.
57 De la tribu de Isacar, Cadés con sus pastizales, Dobrat con sus pastizales,
58 Ramot con sus pastizales, Anen con sus pastizales.
59 De la tribu de Aser, Masal con sus pastizales, Abdón con sus pastizales,
60 Horac con sus pastizales y Rejob con sus pastizales.
61 De la tribu de Neftalí: Cadés en Galilea con sus pastizales, Jammón con sus pastizales y Cariatiarim con sus pastizales.
62 Para los demás hijos de Merarí: De la tribu de Zabulón: Rimmón con sus pastizales y Tabor con sus pastizales.
63 Y en la otra parte del Jordán, frente a Jericó, al oriente del Jordán, de la tribu de Rubén: Béser en el desierto, con sus pastizales, y Yasá con sus pastizales.
64 Quedemot con sus pastizales y Mefat con sus pastizales.
65 De la tribu de Gad: Ramot en Galaad con sus pastizales, Majanaim con sus pastizales,
66 Hesbón con sus pastizales y Yazer con sus pastizales.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 7
Las tribus del norte
1 Hijos de Isacar: Tolá, Puá, Yasub, Simrón: cuatro.
2 Hijos de Tolá: Uzí, Refaías, Yeriel, Yajmay, Yibsam y Samuel, jefe de las casas paternas de Tolá. Su número, en los días de David, era, según sus genealogías, de veintidós mil seiscientos, valientes guerreros. Hijos de Uzí: Yizrajías.
3 Hijos de Yizrajías: Miguel, Abdías, Joel, Yisías: en total cuatro jefes.
4 Tenían el cargo según sus genealogías, de mantener tropas de guerra con hombres armados en número de treinta y seis mil; pues tenían muchas mujeres e hijos.
5 Sus hermanos, de todas las familias de Isacar, eran ochenta y siete mil esforzados guerreros, inscritos todos ellos en las genealogías.
6 Hijos de Benjamín: Bela, Béker, Yedaiel: tres.
7 Hijos de Bela: Esbón, Uzí, Uzziel, Yerimot e Irí: cinco jefes de las casas paternas, esforzados guerreros, inscritos en las genealogías en número de veintidós mil treinta y cuatro.
8 Hijos de Béker: Zamirá, Joás, Eliezar, Elyoneay, Omrí, Yeremot, Abías, Anatot y Alemet; todos éstos, hijos de Béker.
9 Estaban inscritos según sus linajes y los jefes de sus casas paternas tenían veinte mil doscientos guerreros esforzados.
10 Hijos de Jedaiel: Bilán. Hijos de Bilán: Jeús, Benjamín, Ehúd, Kemaná, Zefán, Tarsís y Ajisajar.
11 Todos éstos fueron hijos de Jedaiel, cabezas de familia, esforzados guerreros, en número de diecisiete mil doscientos, aptos para la milicia y la guerra.
12 Supim y Jupim, hijos de Ir; Jusin, otro hijo suyo.
13 Hijos de Neftalí: Jaijasiel, Gumí, Jeser, Salum, hijos de Bilá.
14 Hijos de Manasés: Asriel, que le dio a luz su concubina aramea. Esta le dio también a luz a Maquir, padre de Galaad.
15 Maquir tomó una mujer para Jupim y para Supim, y el nombre de su hermana era Maaca. El nombre del segundo era Selofjad; Selofjad tuvo hijas:
16 Maaca, mujer de Maquir, dio a luz un hijo, a quien llamó Fares. Su hermano se llamaba Seres y sus hijos Ulam y Requem.
17 Hijos de Ulam: Bedan. Estos son los hijos de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés.
18 Su hermana, Amoleket, dio a luz a Isjod, Abiézer y Majlá.
19 Los hijos de Semidá fueron: Ajyam, Sique, Liqjí y Anian.
20 Hijos de Efraím: Sutélaj, Bered, su hijo; Tájat, su hijo; Zabad, su hijo; Sutélaj, su hijo; Ezer y Elad.
21 A estos dos los hombres de Gat los mataron, pues habían bajado a apoderarse de sus ganados.
22 Su padre Efraím los lloró durante muchos días y sus hermanos vinieron a consolarlo.
23 Después se unió a su esposa, que quedó embarazada y le dio un hijo, a quien llamó Beriá, porque la desgracia estaba en su casa.
24 Hija suya fue Será, que edificó Betorón de arriba y de abajo y Ulen-Será.
25 Refaj, hijo suyo; Resef, hijo suyo; Telaj, hijo suyo; Tajan, hijo suyo;
26 Laedán, hijo suyo; Ammihud, hijo suyo; Elisamá, hijo suyo;
27 Nun, hijo suyo; Josué, hijo suyo.
28 Tenían propiedades y habitaban en Betel y sus aldeas anexas, en Narán, hacia el oriente, en Guézer y sus aldeas anexas, hacia el occidente, en Siquem y sus al deas, hasta Acyá y sus aldeas.
29 Y en manos de los hijos de Manasés estaban Betsan y sus aldeas anexas, Meguidó y sus aldeas, Dor y sus aldeas. En ellas habitaron los hijos de José, hijo de Israel.
30 Hijos de Aser: Yimmá, Yisvá, Yisví, Beriá, y Seraj, hermana de éstos.
31 Hijos de Beriá:
32 Jéber y Malkiel, el cual fue padre de Birzavit. Jeber engendró a Jaflet, Semer, Jotam y Suá, hermana de ellos.
33 Hijos de Jaflet: Pasak, Zimhal y Asvat. Estos son los hijos de Jaflet.
34 Hijos de Semer: Ají, Roegá, Jubá y Aran.
35 Hijos de Hélem, su hermano: Sofaj, Yimmá, Seles y Amal.
36 Hijos de Sofaj: Suaj, Jarnefer, Sual, Berí y Yimrá;
37 Béser, Hob, Sammá, Silsá, Yitrán y Beerá.
38 Hijos de Yeter: Yefunné, Pispá y Ará.
39 Hijos de Ulá: Araj, Janiel y Risías.
40 Todos éstos fueron hijos de Aser, jefes de familia, gente escogida, esforzados guerreros, jefes de príncipes. En los registros genealógicos estaban inscritos en número de veintiséis mil hombres, aptos para la milicia y la guerra.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 8
El territorio de Benjamín
1 Benjamín engendró a Bela, su primogénito; Asbel, el segundo; Ajram, el tercero;
2 Nojá, el cuarto, y Rafá, el quinto.
3 Los hijos de Bela fueron: Addar y Guerá, padre de Ehúd,
4 Abisúa, Namán, Ajoaj,
5 Guerá, Sefufán y Juram.
6 Estos son los hijos de Ehúd, los jefes de familia de los que moraban en Guebá y a los que deportaron a Manájat:
7 Namán, Ajías y Guerá. Este los deportó y engendró a Uzá y Ajud.
8 Sajaraim tuvo dos hijos cuando estaba en los campos de Moab, después de haber despedido a sus mujeres Jusim y Bará.
9 Y de su mujer Odés engendró Jobab, Sibías, Mesá, Malkom,
10 Jeus, Sakías y Mirmá. Estos son sus hijos, jefes de casas paternas.
11 Y de Jusim tuvo dos hijos: a Abitub y Elpaal.
12 Hijos de El paal: Heber, Misam y Semed, el cual edificó Onó, Luc y sus aldeas anexas.
13 Beriá y Sema fueron cabezas de familia de los habitantes de Ayalón, que pusieron en fuga a los moradores de Gat.
14 Ajio: Sesaq, Yemerot,
15 Zebadías, Arad, Eder,
16 Miguel, Yispá, Yojá; eran hijos de Beraí.
17 Zebadías, Mesulam, Jizquí, Jáber,
18 Yismeray, Yislías y Yoab, hijos de Elpaal.
19 Juaquim, Zikri, Zabdí,
20 Elienay, Siletay, Eliel,
21 Adaías, Beraías y Simrat, hijos de Simi.
22 Jispán, Héber, Eliel,
23 Abdón, Zikri, Janán,
24 Jananías, Elam, Anatotía,
25 Jifdías y Penuel: hijos de Sesaq.
26 Samseray, Sejarías, Atalías,
27 Jarsías, Elías y Zikrí: hijos de Yerojam.
28 Estos eran los jefes de las casas paternas, según sus linajes, que habitaban en Jerusalén.
29 En Gabaón habitaba Yoel, padre de Gabaón, cuya esposa se llamaba Maacá,
30 su hijo primogénito: Abdón, después Sur, Quis, Baal, Ner, Nadab,
31 Guedor, Akyó, Zaker.
32 Miclot engendró a Simá. También éstos habitaron, igual que sus hermanos, en Jerusalén.
La familia de Saúl
33 Ner fue padre de Quis; éste de Saúl, éste de Jonatán, Malquisúa, Abinadab e Isbaal.
34 Jonatán fue padre de Meribaal, éste de Mica,
35 éste de Pitón, Melec, Tacrea, Ajaz.
36 Este fue padre de Jedada, éste de Alemet, Azmanet y Zinri, éste de Mosa,
37 éste de Bina, éste de Rafá, éste de Elasa, éste de Asel.
38 Este tuvo seis hijos: Azricam, Bocri, Ismael, Searías, Abdías y Janán. Todos éstos fueron hijos de Asel.
39 Su hermano Esec fue padre de Ulam, su primogénito, Jeus y Elifelet.
40 Los hijos de Ulam eran valientes guerreros y manejaban el arco. Tuvieron numerosos hijos y nietos: ciento cincuenta.
40 Todos éstos eran de los hijos de Benjamín.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 9
1 Todos los israelitas estaban registrados en las genealogías e inscritos en el Libro de los Reyes de Israel. En cuanto a los de Judá, fueron deportados a Babilonia por sus infidelidades de la Ley.
Habitantes de Jerusalén después del destierro
2 Los primeros que volvieron a habitar en sus propiedades y ciudades fueron israelitas, sacerdotes, levitas y donados.
3 En Jerusalén habitaron hijos de Judá, hijos de Benjamín, hijos de Efraím y de Manasés.
4 De los hijos de Judá, Utay, hijo de Amihúd, hijo de Omrí, hijo de Imrí, hijo de Baní, de los hijos de Peres, hijo de Judá.
5 De los selanitas: Asaías, el primogénito, y de sus hijos.
6 De los hijos de Zéraj: Seuel y sus hermanos: seiscientos noventa.
7 De los hijos de Benjamín: Salu, hijo de Mesulam, hijo de Hodavías, hijo de Hasenúa;
8 Jibneías, hijo de Jerojam; Elá, hijo de Uzí, hijo de Mikrí, y Mesulam, hijo de Sefatía, hijo de Reuel, hijo de Jibnías,
9 y sus hermanos, según sus genealogías: novecientos cincuenta y seis. Todos éstos eran jefes de familias en sus respectivas casas paternas.
10 De los sacerdotes: Jedaías, Jehoyarib, Juaquim,
11 Azarías, hijo de Hilquías, hijo de Mesulam, hijo de Sadoc, hijo de Merayot, hijo de Ajitub, príncipe de la Casa de Dios.
12 Adaías, hijo de Jerojam, hijo de Pasjur, hijo de Malkías; Hasay, hijo de Adiel, hijo de Yajzerá, hijo de Mesulam, hijo de Mesilemit, hijo de Immer;
13 y sus hermanos, jefes de sus casas paternas: mil setecientos sesenta hombres aptos para los ejercicios del culto de la Casa de Dios.
14 De los levitas: Semaías, hijo de Jasub, hijo de Azricam, hijo de Jazabías, de los hijos de Merarí,
15 Baqbacar, Heras, Galal y Matanías, hijo de Micá, hijo de Zikrí, hijo de Asaf;
16 Abdías, hijo de Se maías, hijo de Galal, hijo de Jedutún; y Berekías, hijo de Asá, hijo de Elcaná, que habitaban en los poblados de los netofa tíes.
17 Los porteros: Salum, Acub, Talmón, Ajimán y sus hermanos.
18 Salum era el jefe; y están hasta el presente junto a la puerta del rey, al oriente; éstos son los porteros del campamento de los hijos de Leví.
19 Salum, hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas, de la misma casa paterna, tenían el servicio de culto como guardianes de los umbrales de la Tienda, pues sus padres habían tenido a su cargo la guardia de acceso al campamento de Yavé.
20 Antiguamente su jefe había sido Finjas, hijo de Eleazar, con el que estaba Yavé.
21 Zacarías, hijo de Meselemías, era portero de la entrada de la Tienda de Reunión.
22 El total de esos hombres escogidos para porteros era de doscientos doce, y estaban inscritos en sus poblados. David y Samuel el vidente los habían establecido en sus cargos permanentes.
23 Tanto ellos como sus hijos tenían a su cargo las puertas de la Casa de Yavé, la Casa de la Tienda.
24 Había porteros a los cuatro vientos; al oriente, al occidente, al norte y al mediodía.
25 Sus hermanos, que habitaban en poblados, tenían que venir periódicamente a estar con ellos durante siete días,
26 porque los cuatro jefes de los porteros eran permanentes; algunos levitas estaban al cuidado de las cámaras y de los tesoros de la Casa de Dios.
27 Pasaban la noche alrededor de la Casa de Dios, pues les incumbía su vigilancia y tenían las llaves para abrirlas todas las mañanas.
28 Unos tenían el cuidado de los utensilios del culto, y los contaban al meterlos y al sacarlos.
29 Otros estaban encargados de los utensilios y de todos los instrumentos del Santuario, de la flor de harina, el vino, el aceite, el incienso y los aromas.
30 Pero los que hacían la mezcla para los aromas eran sacerdotes.
31 Matatías, uno de los levitas, primogénito de Salum el coreíta, estaba al cuidado constante de las cosas que se freían en sartén.
32 Y entre sus hermanos estaban los hijos de Quehatitas, que estaban encargados de poner en fila los panes de cada sábado.
33 Ellos eran también cantores, cabezas de familia de los levitas y moraban aparte en las habitaciones de la Casa, pues se ocupaban de día y de noche en su ministerio.
34 Estos son, según sus genealogías, los cabezas de familia de los levitas, jefes de sus linajes que habitaban en Jerusalén.
Orígenes y muerte de Saúl
35 En Gabaón vivían el padre de Ga baón, Jeuel, cuya esposa se llamaba Maa cá,
36 y su hijo primogénito Abdán. Después, Sur, Quis, Baal, Ner, Nadab,
37 Guedor, Ajyó, Zacarías y Miclot. Miclot engendró a Simam.
38 También éstos habitaron en Jerusalén junto a sus hermanos a instigación de éstos.
39 Ner fue padre de Quis, éste de Saúl, éste de Jonatán, Malquisua, Abinadab e Isbaal.
40 Jonatán fue padre de Meribaal y éste de Mica.
41 Mica fue padre de Piton, Melec, Tacrea y Ajaz.
42 Este fue padre de Yara, éste de Alemet, Azmavet y Zimrí; éste fue padre de Mosa
43 y éste de Bina, éste de Refaías, éste de Elasa, éste de Asel.
44 Asel tuvo seis hijos, cuyos nombres son: Azricam, su primogénito, Is mael, Searías, Obdías y Janán. Estos fueron los hijos de Asel.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 10
1 Los filisteos pelearon contra Israel; huyeron los hombres de Israel ante los filisteos, y cayeron heridos de muerte en el monte Gelboé.
2 Los filisteos apretaron de cerca a Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán, Abinadab y Malquisua, hijos de Saúl.
3 El peso de la batalla cargó sobre Saúl, los arqueros lo descubrieron y fue herido por ellos.
4 Saúl dijo a su escudero: «Saca tu espada y traspásame con ella; no sea que vengan esos incircuncisos y se burlen de mí.» Pero el escudero no quiso, pues estaba lleno de temor.
4 Entonces tomó Saúl la espada y se arrojó sobre ella.
5 Viendo el escudero que Saúl había muerto se arrojó también él sobre su espada y murió.
6 Así murió Saúl con sus tres hijos; y toda su gente murió juntamente con él.
7 Todos los hombres de Israel, que estaban en el valle, vieron que las tropas de Israel se daban a la fuga y que Saúl y sus hijos ha bían muerto. Entonces abandonaron sus ciudades y huyeron; vinieron los filisteos y se establecieron en ellas.
8 Al otro día vinieron los filisteos para despojar a los muertos, y encontraron a Saúl y a sus hijos caídos en el monte Gelboé.
9 Despojándolo, se llevaron su cabeza y sus armas, y mandaron anunciar la buena nueva por todo el país de los filisteos, en medio de sus ídolos y de toda su gente.
10 Depositaron las armas de Saúl en el templo de sus dioses y clavaron su cráneo en el templo de Dagón.
11 Todos los habitantes de Jabés de Galaad supieron lo que los filisteos ha bían hecho con Saúl,
12 se levantaron todos los valientes, tomaron el cadáver de Saúl y los de sus hijos, y los llevaron a Jabés. Enterraron sus huesos bajo el terebinto de Jabés, y ayunaron siete días.
13 Saúl murió a causa de la infidelidad que había cometido contra Yavé, porque no guardó la palabra de Yavé, y también por haber interrogado y consultado a los espiritistas.
14 No consultó a Yavé, por lo que éste lo hizo morir, y transfirió el reino a David, hijo de Jesé.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 11
David, rey
1 Todo Israel se congregó en torno a David, en Hebrón, y le dijeron: «Somos nosotros de tu carne y de tus huesos.
2 Ya antes, cuando Saúl era nuestro rey, eras tú el que dirigía a Israel; Yavé, tu Dios, te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de mi pueblo Israel.»
3 Vinieron todos los jefes de Israel a donde el rey, a Hebrón; David hizo allí un pacto con ellos en presencia de Yavé y ellos lo ungieron como rey de Israel, según la palabra que Yavé había pronunciado por boca de Samuel.
4 David marchó con todo Israel, contra Jerusalén, o sea Jebús.
5 Los habitantes del país eran los jebuseos, y decían a David: «No entrarás aquí.» Pero David se apoderó de la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David.
6 Dijo David: «El que primero ataque a los jebuseos, ése será jefe y príncipe.»
6 Subió el primero Joab, hijo de Sarvia, y pasó a ser jefe.
7 Se instaló David en la fortaleza; por esto la llamaron ciudad de David.
8 Edificó alrededor de la ciudad desde el valle del Milo hasta el otro extremo. Joab reparó el resto de la ciudad.
9 David iba creciendo de día en día y Yavé Sebaot estaba con él.
Los valientes de David
10 Estos son los jefes de los valientes de David que, durante todo su reino, se esforzaron con él y con todo Israel para que reinara según la palabra dicha por Yavé, respecto a Israel.
11 Esta es la lista de los héroes de David: Isbaal, hijo de Jakmoní, jefe de los tres que con su lanza mató a trescientos en una sola batalla.
12 Después de él, Eleazar, hijo de Dodó, el ajojita, que era uno de los tres héroes.
13 Este estaba con David en Pas Dammim, donde los filisteos se habían concentrado para la batalla. Había allí una parcela toda de cebada, y el pueblo estaba huyendo de los filisteos.
14 El, Eleazar, se mantuvo firme en medio de la parcela, la defendió y derrotó a los filisteos. Yavé obró allí una gran victoria.
15 Tres de los Treinta bajaron al principio de la siega a la cueva de Adullam, donde estaba David, mientras los filisteos se hallaban acampados en el valle de los Rafaím.
16 Estando, pues, David en la cueva, una guarnición de filisteos ocupaba Belén.
17 Le vino entonces a David un deseo y dijo: «Quién me diera a beber agua de la cisterna que hay en la puerta de Belén.»
18 Al punto estos tres irrumpieron en medio del campamento de los filisteos, sacaron agua de la cisterna que hay en la puerta de Belén, se la llevaron y se la ofrecieron a David. Pero David no quiso beberla, sino que la derramó en el suelo y la ofreció a Yavé, diciendo:
19 «No quiera Dios que yo haga tal cosa, no voy yo a beber esta agua, pues sería beber la sangre de estos hombres, ya que la trajeron arriesgando su vida.» No quiso beberla. Esto es lo que hicieron los tres héroes.
20 Abisay, hermano de Joab, era el jefe de los Treinta. Hirió con su lanza a trescientos hombres y conquistó renombre entre los Treinta.
21 Fue el más famoso de los Treinta, llegando a ser su capitán, pero no igualó a los tres.
22 Benaías, hijo de Yoyada, hombre valeroso y autor de grandes hazañas, natural de Cabseel, mató a los dos hijos de Ariel de Moab; además bajó y mató a un león dentro de una cisterna, en un día de nieve.
23 Mató también a un egipcio que tenía cinco codos de altura; el egipcio tenía en su mano una lanza del tamaño de un enjullo de telar. Arremetió contra él con un palo, le arrebató la lanza que tenía en la mano, y con la misma lo mató.
24 Esto hizo Banaías, hijo de Yoyada, y se conquistó gran fama entre los treinta héroes.
25 Fue muy famoso entre los Treinta, pero no igualó a los Tres. David lo admitió en su guardia personal.
26 Los héroes valientes fueron: Azael, hermano de Joab; Elkanan, hijo de Dodó, natural de Belén;
27 Sammot, de Harod; Jeles, de Pelet;
28 Irá, hijo de Iques, de Tecoa; Abiezer, de Anatot;
29 Sibeka, de Jusá; Ilay, el ajojita;
30 Mahray, de Netofá; Jéled, hijo de Baaná, de Netofá;
31 Itai, hijo de Ribay, de Guibea, de los hijos de Benjamín; Benaías, de Piraton;
32 Juray, de los torrentes de Gas; Abiel, el arbatita;
33 Azmavet, de Bajurim; Elyajabá, de Saalbón;
34 los hijos de Gasem el guisonita; Jonatán, hijo de Sagué, de Haror;
35 Ajiam, hijo de Sakar, el haratita; Elifal, hijo de Ur;
36 Efer, de Mekerá; Ajías, de Giloh;
37 Jesró, de Carmelo; Naray, hijo de Esbay;
38 Joel, hermano de Natán; Mibjar, hijo de Agrí;
39 Seleq, el amonita; Najraí, de Berot, escudero de Joab, hijo de Salvia;
40 Irá, de Yatir; Gareb, de Yatir; 41 Urías, el heteo.
41 Zabad, hijo de Ajlay;
42 Adina, hijo de Sizá, el rubenita, jefe de los rubenitas, y con él treinta; 43 Janan, hijo de Maaká, Josafat, el mitnita;
44 Uzías, de Astarot; Sama y Yoel, hijos de Jotam, de Aroer;
45 Jediael, hijo de Simrí; Joya, su hermano, el tisita;
46 Eliel, el majavita; Yeribay y Yosabías, hijos de Elanam, Yitmá, el moabita;
47 Eliel, Obde y Yasiel, de Sobá.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 12
Los primeros partidarios de David
1 Estos son los que vinieron a juntarse con David, en Siquelag, mientras se mantenía alejado de Saúl, hijo de Quis; estaban entre los guerreros de refuerzo para los combates.
2 Manejaban el arco y la honda lo mismo con la derecha que con la izquierda para tirar flechas y lanzar piedras.
2 De los hermanos de Saúl, el benjaminita:
3 Ajiezer, el jefe y Joás, hijos de Semá, de Guibeá; Jeziel y Pélet, hijos de Azmavet; Bereká y Jehú, de Anatot;
4 Jismaías, de Gabaón, valeroso como los Treinta y tal vez más que ellos;
5 Jeremías, Jajaziel, Yojanan, Yozabed, de Guederot;
6 Eluzay, Jerimot, Bealías, Semerías, y Sefatías, de Jafir; Elcaná, Jisjiva, Azarel.
7 Yoézer, Yasobam, los coeritas:
8 Joel y Zebadías, hijos de Jerojam de Guedor.
9 Hubo también gaditas que se pasaron a David cuando éste estaba en su refugio en el desierto, guerreros valientes, hombres de guerra, diestros con el escudo y la lanza, sus rostros como el león y ligeros como la gacela salvaje.
10 Su jefe era Ezer; Obdías el segundo; Eliab, el tercero;
11 Mismaná, cuarto; Jeremías, el quinto;
12 Atay, el sexto; Eliel, el séptimo;
13 Yojanán, el octavo; Elzabad, el noveno;
14 Jeremías, el décimo; Makbanay, el undécimo;
15 éstos eran, entre los hijos de Gad, jefes del ejército; el que menos, valía por cien hombres y el que más, valía por mil.
16 Estos fueron los que atravesaron el Jordán en el primer mes, cuando suele desbordarse por todas sus riberas, y pusieron en fuga a todos los habitantes de los valles, a oriente y occidente. También vinieron al escondite donde estaba David
17 algunos de los hijos de Benjamín y Judá.
18 David se presentó delante de ellos y les dijo: «Si vienen a mí en son de paz para ayudarme, mi corazón se unirá con el de ustedes; pero si es para engañarme y ayudar a mis enemigos, puesto que yo tengo las manos limpias de todo pecado, el Dios de nuestros padres sea testigo y juez.»
19 Entonces el Espíritu estuvo sobre Amasías, jefe de los Treinta; dijo: «Tuyos somos, oh David, y contigo estamos, oh hijo de Jesé; paz, paz a ti; y paz a quienes te ayuden; ya que a ti te defiende tu Dios.» David los recibió y los hizo jefes de sus tropas.
20 También de Manasés se pasaron algunos a David, cuando éste iba con los filisteos al combate contra Saúl, si bien no peleó al lado de ellos; porque los príncipes de los filisteos después de haberlo hablado entre ellos, lo hicieron volver, diciendo: «A costa de nuestra vida, este hombre se reconciliará con Saúl su señor.»
21 Cuando regresó a Siquelag, se unieron a él algunos de los hijos de Manasés: Adná, Yazaba, Jediael, Miguel, Yozabad, Elihú y Siletay, jefes de millares de Manasés.
22 Estos ayudaron a David al frente de sus banderas, pues todos eran hombres valientes, y llegaron a ser jefes en el ejército.
23 Cada día, en efecto, acudía gente a David para ayudarlo, hasta que el campamento llegó a ser grande, como un campamento de Dios.
Guerreros que hicieron rey a David
24 Este es el número de los guerreros preparados para la guerra que vinieron donde David, a Hebrón, para transferirle el reino de Saúl, conforme a la orden de Yavé.
25 De los hijos de Judá, llevando escudo y lanza, seis mil ochocientos, armados para la guerra.
26 De los hijos de Simeón, hombres valerosos para la guerra, siete mil cien.
27 De los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos
28 y también Jehoyadá, príncipe de los hijos de Aarón, con otros tres mil setecientos.
29 Sadoc, joven y valeroso, con los veintidós jefes de su casa paterna.
30 De los hijos de Benjamín, hermano de Saúl, tres mil: hasta entonces la mayor parte de ellos había permanecido fiel a la familia de Saúl.
31 De los hijos de Efraím, veinte mil ochocientos hombres valientes, famosos en sus casas paternas.
32 De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, nominalmente designados para ir a proclamar rey a David.
33 De los hijos de Isacar, expertos en distinguir las oportunidades y saber lo que Israel debía hacer, doscientos jefes, y todos sus hermanos bajo sus órdenes.
34 De Zabulón, cincuenta mil, aptos para salir a campaña, ejercitados en todas las armas de guerra, que se ordenaban con resolución.
35 De Neftalí, mil jefes, y con ellos treinta y siete mil hombres con escudo y lanza.
36 De los danitas, preparados para la batalla, veintiocho mil seiscientos.
37 De Aser, aptos para salir a campaña y preparados para la batalla, cuarenta mil.
38 Y de Transjordania, de los rubenitas, de los gaditas y de la media tribu de Manasés, provistos de todos los pertrechos de guerra para la batalla, ciento veinte mil.
39 Todos estos hombres listos para el combate vinieron espontáneamente a Hebrón a proclamar a David rey de todo Israel; y los demás israelitas estaban unánimes en hacer rey a David.
40 Permanecieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos les ha bían preparado víveres.
41 Además, de los pueblos vecinos e incluso de Isacar, Zabulón y Neftalí, traían comida, en burros, camellos, mulos y bueyes; provisiones de harina, tortas de higo y pasas, vino, aceite, ganado mayor y menor en abundancia, pues reinaba la alegría en Israel.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 13
Traslado del Arca
1 David consultó con los jefes de millar y cien y con todos los oficiales.
2 Luego dijo a toda la asamblea de Israel: «Si les parece bien y la cosa conviene a Yavé, nuestro Dios, vamos a mandar un mensaje a nuestros hermanos que han quedado en todas las regiones de Israel y, además, a los sacerdotes y levitas en sus ciudades y aldeas, para que se reúnan con nosotros;
3 y volvamos a traer a nuestro lado el Arca de nuestro Dios, ya que no nos hemos preocupado por ella en tiempos de Saúl.
4 Toda la asamblea acordó hacerlo así, pues la propuesta pareció bien a todo el pueblo.
5 David entonces congregó a todo Israel, desde Sijor de Egipto hasta la entrada de Jamat, para traer el Arca de Yavé desde Cariatiarim.
6 Subió, pues, David con todo Israel, hacia Baalá, a Cariatiarim de Judá, para subir de allí el Arca de Dios que lleva el Nombre de Yavé que está sobre los querubines.
7 Cargaron el Arca de Yavé en una carreta nueva, y se la llevaron de la casa de Abinadab; Uzzá y Ajyó conducían la carreta.
8 David y todo Israel bailaba delante de Yavé con todas sus fuerzas, cantando y tocando cítaras, salterios y panderos, címbalos y trompetas.
9 Al llegar a la era de Quidom, Uzzá extendió su mano para sostener el Arca, porque los bueyes amenazaban volcarla.
10 Yavé se enojó contra Uzzá y lo hirió por haber tocado el Arca, cayendo muerto allí delante de Dios.
11 David se enojó porque Yavé había castigado a Uzzá; y se llamó aquel lugar Peres Uzzá hasta el día de hoy.
12 David tuvo miedo aquel día a Yavé y dijo: «¿Cómo voy a llevar a mi casa el Arca de Dios?»
13 Por eso no la llevó a su casa, a la ciudad de David, sino que la hizo llevar a la casa de Obededom de Gat.
14 El Arca de Dios habitó tres meses en la casa de Obededom y Yavé hizo prosperar su casa y cuanto tenía.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 14
1 Hiram, rey de Tiro, envió a David mensajeros y maderas de cedro y también albañiles y carpinteros para edificarle una casa.
2 Entonces David conoció que Yavé lo había confirmado como rey de Israel, ya que su reino había sido ensalzado a causa de Israel, su pueblo.
3 David tomó por esposas otras mujeres en Jerusalén y tuvo más hijos e hijas.
4 Estos son los nombres de los que tuvo en Jerusalén: Samúa, Sobad, Natán, Salomón,
5 Gibjar, Elisúa, Elfalet,
6 Nogah, Nefec, Yafia,
7 Elisamá, Baalyadá y Elifelet.
8 Cuando los filisteos supieron que David había sido ungido rey sobre todo Is rael, subieron todos a buscarlo. David se enteró y les salió al paso.
9 Los filisteos, siguiendo su marcha, extendieron sus tropas por el valle de Rafaim.
10 Entonces David consultó a Yavé diciendo: «¿Acaso debo atacar a los filis teos y me los entregarás en mis manos?»
11 Yavé le respondió: «Sube, pues yo los entregaré en tus manos.» Los filisteos avanzaron hasta Baalfarasim y allí los derrotó David y dijo: «Yavé ha disipado por mi mano a los enemigos, como se disipan las aguas.» Y por esto se llamó aquel lugar Baalfarasim.
12 Los filisteos abandonaron allí sus ídolos, que fueron arrojados al fuego por orden de David.
13 Nuevamente los filisteos invadieron el valle y, de nuevo,
14 David consultó a Yavé, el cual le contestó: «No subas detrás de ellos sino que das un rodeo y les vienes al encuentro por el lado donde están los árboles que dan bálsamo,
15 y cuando escuches el ruido como de alguien que anda por la copa de los árboles, entonces darás la batalla, porque Yavé va delante de ti para derrotar al ejército de los filisteos.»
16 David hizo como le había mandado Yavé y persiguió a los filisteos desde Gabaón hasta Guezer.
17 La fama de David se extendió por todas las regiones, pues Yavé difundía su terror sobre todas las naciones.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 15
1 David se hizo casas en la Ciudad de David, preparó un lugar para el Arca y le levantó una tienda de campaña.
2 Entonces dijo David: «Solamente los levitas llevarán el Arca, pues a ellos los escogió Yavé para llevarla y servirle a él para siempre.»
3 David, pues, congregó a todo Israel en Jerusalén para subir el Arca de Yavé al lugar que había preparado para ella.
4 David reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas.
5 De los hijos de Quehat: a Uriel, el jefe y a sus hermanos, ciento veinte;
6 de los hijos de Merarí: a Asaías, el jefe y a sus hermanos, doscientos veinte;
7 de los hijos de Guersom, a Joel, el jefe y a sus hermanos, ciento treinta; de los hijos de Elisafán:
8 a Se maías, el jefe y sus hermanos, doscientos;
9 de los hijos de Hebrón a Eliel, el jefe y sus hermanos, ochenta;
10 de los hijos de Uziel: a Aminadab, el jefe y a sus hermanos, ciento doce.
11 También llamó David a los sacerdotes Sadoq y Abiatar y a los levitas Uriel, Asaías, Semanías, Eliel y Aminadab
12 y les dijo: «Ustedes son los cabezas de familia de los levitas. Santifíquense ustedes y sus hermanos, para subir el Arca de Yavé, el Dios de Israel, al lugar que para ella tengo preparado;
13 pues Yavé, nuestro Dios, nos castigó cuando, en su ausencia, no lo consultamos según está establecido.»
14 Se santificaron, pues, los sacerdotes y levitas, para subir el Arca de Yavé, Dios de Israel.
15 Luego los levitas trasladaron a hombros el Arca de Yavé, como lo había ordenado Moisés, según la palabra de Yavé, llevando las varas sobre los hombros.
16 David dijo a los jefes de los levitas que dispusieran a sus hermanos, los cantores, con instrumentos musicales, salterios y címbalos para que los hicieran resonar, con voz de júbilo.
17 Los levitas designaron a Hemán, hijo de Joel; y de sus hermanos, a Asaf, hijo de Berekías; y de los hijos de Merarí, hermanos suyos, a Etán, hijo de Quisaías.
18 Con ellos a sus hermanos de segundo orden: Zacarías, Aziel, Semiramot, Jejiel, Uní, Eliab, Bananías, Maseías, Matatías, Elifele, Micneas, Obededom y Jeiel, porteros.
19 Los cantores Heman, Asaf y Etam hacían resonar címbalos de bronce.
20 Zacarías, Uziel, Semiramot, Jejiel, Uní, Eliab, Maseías y Benaías tenían arpas de tonos bajos.
21 Matatías, Elifele, Micneas, Obededom, Jeiel y Ozazías tenían cítaras de tonos altos para dirigir el canto.
22 Keno nías, jefe de los levitas, dirigía el traslado, porque era hombre entendido en esas cosas.
23 Berekías y Elcaná eran porteros del Arca.
24 Sebanías, Josafat, Nataniel, Amasay, Zacarías, Benaías y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del Arca de Dios. Obededom y Jejías eran porteros del arca.
25 Así, pues, David, los ancianos de Israel y los jefes militares fueron a traer el Arca de la Alianza de Yavé, desde la casa de Obededom a Jerusalén con gran fiesta y alegría.
26 Y mientras Dios ayudaba a los levitas portadores del Arca de Yavé, sacrificaron siete terneros y siete carneros. 27 David iba revestido de una manta de lino fino, lo mismo que todos los levitas que portaban el Arca, los cantores y Kenonías, el jefe que dirigía el traslado.
27 También David llevaba un efod de lino.
28 Todo Israel subía el Arca de Yavé entre clamores y resonar de cuernos, con trompetas y címbalos y haciendo sonar los salterios y las cítaras.
29 Cuando el Arca de la Alianza de Yavé entró en la ciudad de David, Micol, hija de Saúl, estaba mirando por una ventana; vio al rey David que saltaba y lo despreció en su corazón.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 16
1 Trajeron el Arca de Yavé y la colocaron en medio de la tienda que David había hecho levantar para ella; y ofrecieron ante Dios víctimas quemadas y sacrificios de comuniones.
2 Cuando David hubo acabado de ofrecer las víctimas consumidas por el fuego y los sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre de Yavé,
3 y repartió a todo el pueblo de Israel, hombres y mujeres, a cada uno, una torta de pan, una porción de carne asada y un pastel de pasas.
David organiza el culto
4 David estableció delante del Arca de Yavé a los levitas, cuyo servicio sería celebrar, glorificar y alabar a Yavé, Dios de Israel.
5 Asaf era el jefe; Zacarías era el segundo; luego Uziel, Semiramot, Jejiel, Matatías, Eliab, Benaías, Obededom y Jeiel con sus instrumentos, salterios y cítaras. Asaf hacía sonar los címbalos.
6 Los sacerdotes Benaías y Yajaziel tocaban sin interrupción las trompetas delante del Arca de la Alianza de Dios.
7 Aquel día David estableció por primera vez que Yavé sería alabado por medio de Asaf y sus hermanos en la forma siguiente:
8 Celebren al Señor, alaben su nombre, proclamen sus maravillas a todo el mundo.
9 Entónenle cantos y que todos mediten sus prodigios.
10 Que su santo Nombre sea nuestro orgullo. Que se llenen de alegría los que buscan al Señor.
11 Piensen en el Señor y en su poder, busquen siempre su mirada.
12 Recuerden cuántas maravillas ha obrado, sus prodigios y sus decisiones.
13 Descendientes de Israel su siervo; hijos de Jacob, su elegido.
14 El Señor en persona es nuestro Dios, sus sentencias abarcan toda la tierra.
15 Recuerda eternamente su alianza, la promesa que hizo a tantas generaciones.
16 El pacto conseguido con Abraham, el juramento que hizo a Isaac.
17 Para que fuera la ley de Jacob su alianza eterna con Israel.
18 Cuando le dijo: Te daré la tierra de Canaán como parte de tu herencia.
19 Cuando aún eran muy pocos y escasos y forasteros en esa tierra.
20 Iban como peregrinos de pueblo en pueblo y emigraban de una nación a otra.
21 No consintió que nadie los maltratara y por ellos castigó a los reyes.
22 Diciéndoles: No toquen a mis elegidos, ni hagan daño a mis profetas.
23 Cante al Señor toda la tierra, de día en día anuncien su salvación.
24 Proclamen su gloria entre las naciones y digan sus maravillas entre los pueblos.
25 Grande es el Señor y digno de alabanza, más tremendo que todos los dioses.
26 No existen esos dioses de las gentes: no son más que ídolos.
26 Fue el Señor quien hizo los cielos.
27 Majestad y gloria van delante de él, poder y esplendor llenan su santuario.
28 Adoren al Señor todas las familias de la tierra. Reconozcan su poder.
29 Den gloria a su santo nombre. Ofrézcanle sacrificios, entren en su templo.
29 Póstrense ante él con vestidos sagrados.
30 Que la tierra entera se estremezca ante él: el mundo ahora no se conmoverá.
31 Haya júbilo en el cielo y en la tierra; digan entre las naciones: El Señor reina.
32 Que resuene el mar y cuanto lo llena. Alégrese el campo y todo lo que en él vive.
33 Y salten de gozo todos los árboles, gócense delante del Señor que ya viene, viene para juzgar a la tierra.
34 Alaben al Señor porque es bueno. Porque es eterna su misericordia.
35 Digan: Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y júntanos de entre las naciones, a fin de celebrar tu nombre santo y tener nuestra gloria en alabarte.
36 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde siempre hasta siempre: Que todo el pueblo diga: Amén. Aleluya.
36 Todo el pueblo contestó «Amén» y alabó a Yavé.
37 David dejó allí, ante el Arca de la Alianza de Yavé, a Asaf y a sus hermanos, para celebrar el culto constantemente delante del Arca según el rito de cada día;
38 y a Obededom, hijo de Jedutún, y a Josá, como porteros.
39 David dejó al sacerdote Sadoq y a sus hermanos, los sacerdotes, delante de la Morada de Yavé en el alto de Gabaón,
40 para que ofrecieran continuamente sacrificios a Yavé en el altar de los holocaustos, por la mañana y por la tarde, según todo lo escrito en la ley que Yavé había mandado a Israel.
41 Con ellos estaban Hemán y Jedutún, y el resto de los hombres escogidos y señalados cada cual por su nombre para alabar a Yavé, y cantar: «Porque es eterna su misericordia.»
42 Y con estos Hemán y Jedutún había trompetas, címbalos e instrumentos para los cánticos de Dios. Los hijos de Jedutún permanecían a la puerta.
43 Después el pueblo se fue a sus casas, y David a la suya para bendecirla.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 17
La profecía de Natán
1 Cuando David ya estuvo en su casa, dijo al profeta Natán: «Mira que yo vivo en una casa de madera de cedro mientras el Arca de la Alianza de Yavé está bajo pieles.»
2 Le respondió Natán: «Haz todo cuanto te inspira tu corazón, porque Dios está contigo.»
3 Aquella misma noche Yavé habló a Natán, para decirle: «Ve y transmite este recado a mi siervo David:
4 Esto dice Yavé: No me edificarás tú la casa en que yo habite.
5 Pues no he habitado en casa alguna desde el día en que hice subir a los hijos de Israel, hasta el día de hoy; sino que he andado de tienda en tienda y de morada en morada.
6 Durante todo el tiempo que he ido de un lado a otro con todo Israel, ¿he dicho acaso a alguno de los jueces de Israel, a los que encargué el gobierno de mi pueblo: Por qué no me edifican una casa de cedro?
7 Di, pues, ahora, esto a mi siervo David: Así habla Yavé Sebaot: Yo te saqué de detrás de las ovejas para que fueras jefe de mi pueblo Israel,
8 y he estado contigo en todas tus empresas, he eliminado a todos tus enemigos de delante de ti y voy a hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de la tierra.
9 Fijaré un lugar a mi pueblo de Israel y lo plantaré allí para que no se mueva más; no será ya perturbado y los malvados no seguirán oprimiéndolo como antes.
10 Desde los días en que instituí jueces sobre mi pueblo de Israel, te sometí a todos tus enemigos, y te anuncié que Yavé te edificará una casa.
11 Cuando se cumplan tus días para ir con tus padres, afirmaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno de tu sangre, y aseguraré tu reino.
12 El me edificará una Casa y yo afirmaré su trono para siempre.
13 Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo, y no apartaré de él mi amor, como lo aparté del que estaba ante ti.
14 Yo lo mantendré en mi casa y en mi reino para siempre y su trono estará firme eternamente.»
15 Y Natán habló a David conforme a todas estas palabras y conforme a esta visión.
Acción de gracias de David
16 Vino entonces el rey David a sentarse delante de Yavé, y dijo: «¿Quién soy yo, oh Yavé Dios, y qué es mi casa para que hayas hecho por mí tales cosas?,
17 y aun esto es poco a tus ojos, oh Dios, que también haces promesas a mi descendencia para el futuro lejano. Me has mirado como si fuera un hombre distinguido, ¡oh Yavé Dios!
18 ¿Qué más le queda que desear a David? Tú me conoces a mí, tu siervo.
19 ¡Oh, Señor!, por amor de tu siervo y según tu corazón has realizado toda esta obra, para dar a conocer todas tus grandezas.
20 ¡Oh Yavé! Nadie hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, según todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
21 Y ¿qué otro pueblo hay sobre la tierra como tu pueblo de Israel, a quien Dios haya ido a rescatar para hacerlo su pueblo, dándole renombre por medio de cosas grandes y terribles, arrojando naciones de delante de él y librándolo en la esclavitud de Egipto?
22 Tú has constituido a Israel tu pueblo, como pueblo tuyo para siempre, y tú, Yavé, te has hecho su Dios.
23 Ahora, pues, oh Yavé, que se verifique eternamente la palabra que has dirigido respecto a tu siervo y a su casa; y haz según tu palabra.
24 Sí, que todo se verifique; y sea tu nombre engrandecido por siempre y que se diga: Yavé Sebaot, el Dios de Israel, es un Dios para Israel. Y que la familia de tu siervo David subsista en tu presencia.
25 ¡Oh Dios mío! Acabas de revelar a tu siervo que vas a edificarle una casa, y por esto he encontrado valor para orar en tu presencia.
26 Ahora, pues, Yavé, tú eres Dios y tú has prometido esta dicha a tu siervo,
27 y ahora te has dignado bendecir la casa de tu siervo para que permanezca por siempre en tu presencia. ¡Oh Yavé! Tú eres el que bendice y mi casa, pues, será bendita para siempre.»
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 18
Guerras de David
1 Después de esto David derrotó a los filisteos y los sometió, tomando Gat y sus aldeas de manos de los filisteos.
2 Venció también a los moabitas, que quedaron sometidos a David y le pagaban impuestos.
3 David derrotó a Hadadezer, rey de Sobá, en Jamat, cuando éste iba a establecer su dominio sobre la región del río Eufrates.
4 David tomó mil carros de guerra, siete mil soldados de caballería y veinte mil de infantería; luego cortó los jarretes a todos los caballos de los carros, a excepción de cien carros que guardó.
5 Los arameos de Damasco vinieron en socorro de Hadadezer rey de Sobá, y David mató a veintidós mil arameos.
6 David estableció gobernadores en Aram de Damasco, y los arameos quedaron sometidos a David, pagándole impuestos. Así Yavé hizo triunfar a David dondequiera que iba.
7 David tomó los escudos de oro que llevaban los servidores de Hadadezer y los llevó a Jerusalén. De Tibjat y Kun, ciudades de Hadadezer,
8 David tomó una gran cantidad de bronce, con el cual Salomón hizo el Mar de Bronce, las columnas y los utensilios de bronce.
9 Cuando Toú, rey de Jamat, supo que David había derrotado a todas las fuerzas de Hadadezer, rey de Sobá,
10 envió a Hadoram, su hijo, donde el rey David para saludarlo y para felicitarlo por haber atacado y vencido a Hadadezer, ya que Toú estaba en guerra con Hadadezer.
10 Hadoram traía toda clase de objetos de oro, de plata y de bronce.
11 El rey David los consagró también a Yavé con la plata y el oro que había tomado a todas las naciones; a Edom, a Moab, a los hijos de Ammón, a los filisteos y a los amalecitas.
12 David se hizo famoso cuando volvió después de derrotar a dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal.
13 Puso gobernadores en Edom; y todos los edomitas quedaron sometidos a David. Yavé hizo triunfar a David en todas las expediciones que emprendió.
14 David reinó sobre todo Israel. Su administración era honrada, y juzgaba con justicia a todo su pueblo.
15 Joab, hijo de Sarvia, era jefe del ejército; Josafat, hijo de Ajitub, era el canciller;
16 Sadoq, hijo de Ajitub, y Abimelec, hijo de Abiatar eran sacerdotes;
17 Sivsa era secretario; Benaías, hijo de Jeovadá, mandaba a los cereteos y peleteos. Pero los hijos de David eran primeros al lado del rey.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 19
1 Después de esto, murió Najás, rey de los amonitas, y en su lugar reinó su hijo.
2 Entonces David dijo: «Tendré con Janún, hijo de Najás, la misma benevolencia que su padre tuvo conmigo», y envió David mensajeros para que lo consolaran por la muerte de su padre. Pero cuando los servidores de David llegaron al país de Ammón, donde Janún, para consolarlo,
3 los príncipes de los hijos de Ammón dijeron a Janún: «¿Es que David ha enviado a consolarte para honrar la memoria de tu padre o más bien para explorar, espiar y poder destruir el país?»
4 Janún tomó presos a los enviados de David, les rapó la cabeza y la barba, les cortó a media altura sus vestidos hasta las nalgas y así los despidió.
5 David supo lo que les había pasado y envió gente a su encuentro ya que venían muy avergonzados. El rey dijo: «Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después vuelvan.»
6 Cuando los hijos de Ammón vieron que se habían hecho odiosos a David, Janún y los amonitas enviaron mil talentos de plata para tomar a sueldo carros de guerra y hombres para manejarlos, de Aram de Mesopotamia, Aram de Maacá y de Sobá.
7 Tomaron a sueldo treinta y dos mil carros de guerra y al rey de Maacá con su ejército, los cuales vinieron y acamparon frente a Medebá, mientras los hijos de Ammón se congregaban desde sus ciudades y llegaban para la batalla.
8 David lo supo, y envió a Joab con toda la tropa y con los valientes.
9 Los amonitas salieron a campaña y se ordenaron en batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los reyes que habían venido estaban aparte en el campo.
10 Viendo Joab que tenía un frente de combate por delante y otro por detrás, escogió los mejores de Israel y los puso en línea contra los ara meos.
11 Puso el resto del ejército al mando de su hermano Abisay y lo ordenó en batalla frente a los amonitas.
12 Dijo Joab: «Si los arameos me dominan, ven en mi ayuda; y si los hijos de Ammón te dominan a ti, iré a socorrerte.
13 Ten fortaleza y esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios, que Yavé haga lo que le parezca bueno.»
14 Joab avanzó con su ejército para luchar contra los arameos, que huyeron delante de él.
15 Viendo los amonitas que los ara meos emprendían la fuga, huyeron también ellos ante Abisay, hermano de Joab, y volvieron a la ciudad, mientras que Joab regresó a Jerusalén.
16 Al ver los arameos que Israel los había vencido enviaron mensajeros a los arameos del otro lado del río para que vinieran a ayudarlos: Sofac jefe de las tropas de Hadadezer estaba a su frente.
17 Avisaron a David, que reuniendo a todo Israel pasó el Jordán, llegó donde estaban ellos y tomó posición frente a ellos. David se puso en orden de batalla contra los arameos, y éstos trabaron combate con él.
18 Los arameos huyeron ante Israel: David mató a siete mil soldados de infantería de los carros y a cuarenta mil de infantería. Mató también a Sofac, jefe del ejército.
19 Cuando los hombres de Hadadezer vieron que Israel los derrotó, hicieron la paz con David y le quedaron sometidos. En adelante, los arameos ya no se atrevieron a seguir ayudando a los amonitas.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 20
Otras guerras
1 A la vuelta del año, en el tiempo en que los reyes salen a pelear, Joab se fue con la mayor parte del ejér cito para asolar el país de los hijos de Ammón; después fue a sitiar a Raba, mientras David se quedó en Jerusalén. Entre tanto, Joab conquistó a Raba y la destruyó.
2 David tomó la corona del dios Milcom de encima de su cabeza. Comprobaron que pesaba un talento de oro, con una piedra preciosa que fue puesta en la cabeza de David. Se llevó además un gran botín de la ciudad.
3 Sacó de la ciudad a todos sus habitantes y los hizo despedazar con sierras, con trillos de dientes de acero y con hoces. Así hizo con todas las ciudades de los amonitas. Luego David regresó con todo su ejército a Jerusalén.
4 Después de esto, tuvo lugar una batalla en Guezer contra los filisteos; entonces Sibekay, jusasita, mató a Sipay, uno de los descendientes de Rafá. Los filis teos tuvieron que someterse.
5 Hubo otra guerra contra los filisteos y Eljanán, hijo de Jair, mató a Lajmi, hermano de Goliat, el de Gat; el asta de su lanza era como un enjullo de telar.
6 Hubo guerra de nuevo en Gat, y había un hombre de gran estatura que tenía veinticuatro dedos, seis en cada mano y pie.
7 También éste descendía de Rafá. Desafió a Israel y lo mató Jonatán, hijo de Simá, hermano de David.
8 Estos son los que descendían de Rafá de Gat, que murieron en manos de David y de sus tropas.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 21
El censo
1 Satanás se levantó contra Israel e incitó a David a hacer el censo de Israel.
2 Dijo, pues, David a Joab y a los jefes del pueblo: «Vayan y cuenten a los israelitas desde Bersebá a Dan, y prepárenme un informe para que yo sepa su número.»
3 Respondió Joab: «Multiplique Yavé su pueblo cien veces más de lo que es. ¿Acaso no son todos ellos siervos de mi señor? ¿Por qué, pues, pides esto? ¿Por qué acarrear una culpa sobre Is rael?»
4 De todos modos prevaleció la orden del rey y Joab recorrió todo Israel, volviéndose después a Jerusalén.
5 Joab entregó a David la cifra del censo del pueblo: había en todo Israel un millón cien mil hombres capaces de manejar las armas, y en Judá, cuatrocientos setenta mil.
6 No incluyó en este censo a la tribu de Leví, ni a la de Benjamín, porque Joab detestaba la orden del rey.
7 Esto desagradó a Yavé, por lo cual castigó a Israel.
8 David, entonces, dijo a Yavé: «He cometido un gran pecado haciendo esto. Pero ahora perdona, te ruego, la falta de tu siervo, pues he sido muy estúpido.»
9 Y Yavé habló a Gad, profeta de David, para decirle:
10 «Transmite a David este recado: Así dice Yavé: Te propongo tres cosas, la que escojas, la llevaré a cabo.»
11 Llegó Gad donde David y le dijo: «Así dice Yavé: Elige para ti
12 tres años de hambre o tres meses de derrotas ante tus enemigos que te perseguirán con su espada, o bien tres días durante los cuales la espada de Yavé, la peste, aqueje el país y el Angel de Yavé haga estragos en todo el territorio de Israel. Ahora, pues, contéstame, ya que tengo que responder al que me envía.»
13 David respondió a Gad: «Estoy en gran angustia. Pero caiga yo en manos de Yavé, porque es grande su misericordia, y no caiga en manos de los hombres.»
14 Yavé, pues, envió la peste sobre Israel y murieron setenta mil hombres. 15 Yavé mandó un Angel contra Jerusalén para destruirla; pero cuando ya lo estaba haciendo Yavé miró y se arrepintió del mal y dijo al Angel exterminador: «Basta ya, retira tu mano.»
15 El Angel de Yavé estaba junto a la era de Ornán el jebuseo.
16 Alzando David los ojos vio el Angel que estaba entre el cielo y la tierra con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los jefes, vestidos con sacos, se postraron rostro en tierra.
17 Y David dijo a Yavé: «Yo fui quien ordenó hacer el censo del pueblo. Yo fui quien pequé; yo cometí el mal; pero estas ovejas ¿qué culpa tienen? Oh Yavé, Dios mío, caiga tu mano sobre mí, y sobre la familia de mi padre, pero que no haya plaga en tu pueblo.»
18 El Angel de Yavé ordenó a Gad que dijera a David de subir para alzar un altar a Yavé en la era de Ornán el jebuseo.
19 Subió David cumpliendo la orden que Yavé le había dado por boca de Gad.
20 Ornán, que estaba trillando el trigo, se volvió y vio al Angel; sus cuatro hijos que estaban con él se escondieron.
21 Cuando David llegó junto a Ornán, éste miró y, al verlo, salió de la era para postrarse ante él, rostro en tierra.
22 David dijo a Ornán: «Dame el sitio de esta era para erigir en él un altar a Yavé; dámelo por su justo valor en plata, para que la plaga se retire del pueblo.»
23 Ornán respondió a David: «Tómalo; que mi señor, el rey, haga lo que mejor le parezca; doy también los bueyes para los holocaustos, los trillos para la leña y el trigo para la ofrenda; todo lo doy.»
24 El rey David replicó a Ornán: «No, quiero comprártelo por su justo precio, pues no tomaré para Yavé lo que es tuyo, ni quiero ofrecerle sacrificios que no me cuesten.»
25 Y David dio a Ornán por el sitio la suma de seiscientos siclos de oro.
26 Allí erigió un altar a Yavé y ofreció víctimas quemadas y sacrificios de comunión e invocó a Yavé, el cual le respondió con fuego del cielo que cayó sobre el altar del holocausto.
27 Entonces Yavé ordenó al Angel que volviera la espada a la vaina.
28 Inmediatamente David, al ver que Yavé había escuchado su oración en la era de Ornán el jebuseo, ofreció allí sacrificios.
29 La Morada de Yavé, que Moisés había construido en el desierto, y el Altar de los holocaustos estaban en aquel entonces en el santuario de lomas de Gabaón;
30 pero David no se había atrevido a presentarse delante de Yavé para consultarle, porque estaba aterrado de miedo ante la espada del Angel.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 22
1 Entonces dijo David: «Aquí estará la Casa de Yavé, Dios, y aquí el altar de los holocaustos para Israel.»
Preparativos para la construcción del templo
2 David, pues, mandó reunir a los forasteros residentes en la tierra de Israel, y designó canteros para que preparasen piedras talladas para la construcción de la Casa de Dios.
3 Preparó también hierro en abundancia para la clavazón de las hojas de las puertas y para las grapas; preparó también incalculable cantidad de bronce
4 y madera de cedro sin número, pues los sidonios y los tirios trajeron a David madera de cedro en abundancia.
5 David se decía: «Mi hijo Salomón es todavía un joven delicado y la casa que ha de edificar para Yavé debe ser extraordinariamente grandiosa, para que se hable de ella y sea famosa en todos los países. Así que yo le haré los preparativos.»
5 Así, pues, David hizo grandes preparativos antes de su muerte.
6 Después llamó a su hijo Salomón y le mandó que edificase una Casa para Yavé, el Dios de Israel.
7 Dijo David a Salomón: «Hijo mío, yo había deseado edificar una Casa al nombre de Yavé, mi Dios.
8 Pero me fue dirigida la palabra de Yavé que me dijo: Tú has derramado mucha sangre y has hecho grandes guerras; no podrás edificar la Casa a mi nombre porque has derramado mucha sangre delante de mí.
9 Mira que te nacerá un hijo que será hombre de paz; le concederé paz con todos sus enemigos en derredor, porque Salomón será su nombre, y durante su vida concederé paz y tranquilidad a Is rael.
10 El edificará una Casa a mi nombre; él será para mí un hijo y yo para él un padre y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre.
11 Ahora, pues, hijo mío, que Yavé sea contigo, para que logres edificar la Casa de Yavé, tu Dios, según lo que dijo referente a ti.
12 Quiera Yavé concederte prudencia y entendimiento en el momento en que te establece sobre Israel, para que guardes la Ley de Yavé tu Dios.
13 Entonces prosperarás si cuidas de cumplir los preceptos y decretos que Yavé ha prescrito a Moisés para Israel. ¡Sé fuerte y ten buen ánimo! ¡No temas ni desmayes!
14 Mira lo que yo he preparado con mucha dificultad para la Casa de Yavé: cien mil talentos de oro, un millón de talentos de plata. En cuanto al bronce y al hierro, hay tanto que no se puede contar. He preparado también maderas y piedras que tú podrás aumentar.
15 Tienes también muchos obreros, canteros, artesanos en piedra y en madera y expertos en toda clase de obras.
16 El oro, la plata, el bronce y el hierro son incalculables. Levántate, pues, manos a la obra, y que Yavé sea contigo.»
17 David mandó a todos los jefes de Israel que ayudaran a su hijo Salomón.
18 «¿No está con ustedes Yavé, su Dios? ¿Y no les ha dado paz por todos lados? Pues él ha entregado en mis manos a los habitantes del país; y el país está sujeto ante Yavé y ante su pueblo.
19 Dedíquense, pues, de todo corazón y alma a buscar a Yavé, su Dios. Levántense y edifiquen el Santuario de Yavé, su Dios, y que se traslade el Arca de la Alianza y las cosas sagradas de Dios a la casa edificada al nombre de Yavé.»
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 23
Organización del culto: los levitas
1 Siendo ya David anciano y lleno de días proclamó a su hijo Salomón rey de Israel.
2 Reunió a todos los jefes de Israel, a los sacerdotes y a los levitas
3 y se hizo el censo de los levitas de treinta años para arriba; su número, contados uno a uno, fue de treinta y ocho mil varones.
4 David dijo: «De éstos, veinticuatro mil estarán al frente del servicio de la Casa de Yavé, seis mil serán escribas y jueces;
5 cuatro mil serán porteros y cuatro mil alabarán a Yavé con los instrumentos que hice para su alabanza.»
6 David los distribuyó por turnos según las familias de los hijos de Leví: Guersón, Quehat y Merarí.
7 De los guersonitas: Ladán y Semí.
8 Hijos de Ladán: Jejiel el primero, Zetam y Joel, tres.
9 Hijos de Semí: Selomit, Jaziel y Heran, tres. Estos son los jefes de las casas paternas de Ladán.
10 Hijos de Semí: Yajat, Zizá, Jeus y Bería.
11 Estos eran los cuatro hijos de Semí: Yajat era el jefe, Zizá, el segundo; Jeus y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual representaron en el censo una sola casa paterna.
12 Hijos de Quehat: Amram, Jisear, Hebrón y Uziel, cuatro. Hijos de Amram: Aarón y Moisés.
13 Aarón fue separado juntamente con sus hijos para consagrar por siempre las cosas muy sagradas, para quemar incienso ante Yavé, para servirlo y para bendecir en su nombre por siempre.
14 En cuanto a Moisés, varón de Dios, sus hijos fueron contados en la tribu de Leví.
15 Hijos de Moisés: Guersom y Eliezer.
16 Hijos de Guersom: Sebuel, el primero. Hijos de Eliezer: Rejabías, el primero.
17 Eliezer no tuvo más hijos, pero los hijos de Rejabías fueron muy numerosos.
18 Hijos de Jisecar: Selomit, el primero.
19 Hijos de Hebrón: Yeria, el primero; Amarías, el segundo; Yajaziel, el tercero y Yecamam el cuarto.
20 Hijos de Uziel: Mika, el primero, y Jisías el segundo.
21 Hijos de Merarí: Majlí y Musí.
22 Hijos de Majlí: Eleazar y Quis. Eleazar murió sin tener hijos; sólo tuvo hijas, a las que los hijos de Quis, sus hermanos, tomaron por esposas.
23 Hijos de Musí: Majlí, Eder y Jerimot, tres.
24 Estos son los hijos de Leví, según sus familias paternas, los cabezas de familIa, según el censo de ellos, contados uno por uno. Estaban encargados del servicio de la Casa de Yavé desde la edad de veinte años en adelante,
25 pues David había dicho: «Yavé, el Dios de Israel, ha dado reposo a su pueblo y mora en Jerusalén para siempre,
26 de manera que los levitas ya no tendrán que transportar la Morada, con todos los utensilios de su servicio.»
27 Conforme a estas últimas disposiciones de David, se hizo el censo de los hijos de Leví de veinte años para arriba.
28 Ayudaban a los hijos de Aarón para el servicio de la Casa de Yavé, teniendo a su cargo los atrios y las cámaras, la limpieza de todas las cosas sagradas y la obra del servicio de la Casa de Yavé;
29 asimismo tenían a su cargo disponer en filas los panes, la flor de harina para la ofrenda, las tortas sin levadura fritas en la sartén, o cocinadas, y toda clase de medidas de capacidad y longitud.
30 Tenían que estar presentes todas las mañanas para celebrar y alabar a Yavé, y todas las tardes
31 para ofrecer todos los holocaustos a Yavé. Lo mismo en los sábados, lunas nuevas y solemnidades, según el número y el rito establecido delante de Yavé para siempre,
32 guardando en el servicio de la Casa de Yavé el ritual de la Tienda de Reunión, el ritual del santuario y el ritual de los hijos de Aarón, sus hermanos.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 24
Los sacerdotes
1 Estas son las clases de los hijos de Aarón.
2 Hijos de Aarón: Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar. Nadab y Abihú murieron en presencia de su padre, sin tener hijos, de modo que Eleazar e Itamar ejercieron las funciones sacerdotales.
3 David, junto con Sadoq, de los hijos de Eleazar, y Ajimelec de los hijos de Itamar, los clasificó y los inscribió en el registro según sus funciones.
4 Se hallaron entre los hijos de Eleazar más varones que entre los hijos de Itamar, por lo que se dividió a los hijos de Eleazar en dieciséis jefes de casas paternas; y a los hijos de Itamar, en ocho jefes de casas paternas.
5 Los repartieron por suertes a unos y otros; porque había jefes sagrados y jefes divinos, tanto entre los hijos de Eleazar como entre los hijos de Itamar;
6 Se maías, hijo de Natanael, escriba, uno de los levitas, los inscribió en presencia del rey y de los jefes, y en presencia del sacerdote Sadoc, de Ajimelec, hijo de Abiatar, y de los jefes de familias sacerdotales y levíticas. Se sacaba a suertes: una vez para Itamar y dos veces para Eleazar.
7 Tocó la primera suerte a Yoyarib; la segunda a Jedaías;
8 la tercera a Jarim; la cuerta a Seorim;
9 la quinta a Mala quías; la sexta a Miyamim; la séptima a Hacos;
10 la octava a Abías; la novena a Jesúa;
11 la décima a Secanías; la once a Elyasib;
12 la doce a Yaquim; la trece a Jupá; la catorce a Yesebab;
13 la quince a Bilgá; la dieciséis a Inmer;
14 la diecisiete a Jezir;
15 la dieciocho a Apises;
16 la diecinueve a Petajías;
17 la veinte a Ezequiel; la veintiuno a Yaquim; la veintidós a Gamul;
18 la veintitrés a Delaías; la veinticuatro a Maazías.
19 Fueron inscritos en el registro según sus servicios para entrar en la Casa de Yavé conforme al reglamento que Yavé, el Dios de Israel, había prescrito por medio de Aarón, padre de ellos.
20 Respecto de los otros hijos de Leví: De los hijos de Amram: Subael. De los hijos de Subael: Jejdeías.
21 De Rejabías: de los hijos de Rejabías: Jisía era el primero.
22 De los Jisbaritas, Selemot; de los hijos de Selemot, Yajat.
23 Hijos de Hebrón: Jerías el primero; Amarías, el segundo; Yajaziel, el tercero; Yecaman, el cuarto.
24 Hijos de Uziel: Miká;
25 de los hijos de Miká, Samir; Jisías era hermano de Miká;
26 de los hijos de Jisías, Zacarías. Hijos de Merarí: Majlí y Musí,
27 hijos de Merarí por la línea de Uzías, su hijo: Soham, Zakur y Jibrí.
28 De Majlí: Eleazar, que no tuvo hijos.
29 De Quis: Los hijos de Quis: Yerajmeel.
30 Hijos de Musí: Majlí, Eder y Jerimot.
30 Estos fueron los hijos de los levitas, según sus casas paternas.
31 También éstos entraron en suerte de la misma manera que sus hermanos, los hijos de Aarón, en presencia del rey David, en presencia de Sadoq, Ajimelec y los cabezas de familias de sacerdotes y de levitas, siendo tratadas las primeras familias igual que las últimas.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 25
Los cantores
1 David y los jefes del ejército separaron para el servicio a los hijos de Asaf, Hemán y Jedutún, que profetizaban acompañándose con cítaras, salterios y címbalos. Este es el número de personas que se encargaban de este servicio:
2 De los hijos de Asaf: Zakur, José, Netanías, Asarelá. Los hijos de Asaf estaban bajo la dirección de Asaf, que profetizaba bajo la dirección del rey.
3 De Jedutún: Los hijos de Jedutún: Guedalías, Serí, Semeí, Isaías, Jasabías y Matatías, seis, bajo la dirección de su padre Jedutún, que profetizaba al son de la cítara para celebrar y alabar a Yavé.
4 De Hemán: Los hijos de Hemán: Buguías, Matanías, Uziel, Sebuel, Jerimot, Jamanías, Jamaní, Eliatá, Guidalti, Romamtí-Ezer, Yosbecasa, Malotí, Hotir, Majaziot.
5 Todos éstos eran hijos de Hemán, profeta del rey, que debía hacer sonar la trompa cuando llegaba la palabra de Yavé. Dios había dado a Hemán catorce hijos y tres hijas.
6 Todos ellos se hallaban bajo la dirección de su padre para el canto de la Casa de Yavé, con címbalos, salterios y cítaras al servicio de la Casa de Yavé, siguiendo las indicaciones del rey, de Asaf, Jedutún y Hemán.
7 Su número, contando a sus hermanos, los que estaban instruidos en el canto de Yavé, todos ellos maestros, era de doscientos ochenta y ocho.
8 Echaron a suertes el turno del servicio de todos, tanto del pequeño como del grande, del maestro como del discípulo.
9 La primera suerte recayó para Asaf sobre José; él y sus hijos y hermanos, doce. La segunda sobre Guedalías con sus hermanos e hijos, doce.
10 La tercera, sobre Zakur, sus hijos y hermanos, doce.
11 La cuarta, sobre Yisrí, sus hijos y hermanos, doce.
12 La quinta, sobre Neta nías, sus hijos y hermanos, doce.
13 La sexta, sobre Buquías, sus hijos y hermanos, doce.
14 La séptima, sobre Yesarela, sus hijos y hermanos, doce.
15 La octava, sobre Isaías, sus hijos y hermanos, doce. La novena, sobre Matanías, sus hijos y hermanos, doce.
16 La décima, sobre Semí, sus hijos y hermanos, doce.
17 La undécima, sobre Azarael, sus hijos y hermanos, doce.
18 La duodécima, sobre Jasabías, sus hijos y hermanos, doce.
19 La decimotercera, sobre Subael, sus hijos y hermanos, doce.
20 La decimocuarta, sobre Matatías, sus hijos y hermanos, doce.
21 La decimoquinta, sobre Jeremot, sus hijos y hermanos, doce.
22 La decimosexta, sobre Jananías, sus hijos y hermanos, doce.
23 La decimoséptima, sobre Yosbecasa, sus hijos y hermanos, doce.
24 La decimoctava, sobre Jananí, sus hijos y hermanos, doce.
25 La decimonovena, sobre Malotí, sus hijos y hermanos, doce.
26 La vigésima, sobre Eliyatá, sus hijos y hermanos, doce.
27 La vigésimo primera, sobre Hotir, sus hijos y hermanos, doce.
28 La vigésimo segunda, sobre Guidaltí, sus hijos y hermanos, doce.
29 La vigésimo tercera, sobre Majaziot, sus hijos y hermanos, doce.
30 La vigésimo cuarta, sobre Romamtí-Ezer, sus hijos y hermanos, doce.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 26
Los porteros
1 Estas son las clases de porteros: de los coreítas: Meselemías, hajo de Coré, de los hijos de Ebiasaf.
2 Meselemías tuvo hijos: el primogénito, Zacarías; el segundo, Jedaiel; el tercero, Zebadías; el cuarto, Yataniel;
3 el quinto, Elam; el sexto, Jehojanan; el séptimo Elyehoenay.
4 Hijos de Obededom: Semaías, el primogénito; Jehozabad, el segundo; Yoaj, el tercero; Sacar, el cuarto; Natanael, el quinto;
5 Amiel, el sexto; Isacar, el séptimo; Peualty, el octavo; pues Yavé le había bendecido.
6 A su hijo Semaías le nacieron hijos, que se impusieron en sus familias paternas, pues eran hombres valerosos.
7 Hijos de Semaías: Otní, Rafael, Obed, Elzabad y sus hermanos, hombres valerosos, Elihú y Semakías.
8 Todos éstos eran hijos de Obededom, ellos y sus hijos y sus hermanos eran hombres de gran valor para el servicio. Sesenta y dos de Obededom.
9 Mesalemías tuvo hijos y hermanos, dieciocho hombres valerosos.
10 Josías, de los hijos de Merarí, tuvo como hijos a Simrí, que hizo de primero porque, después de perder a su primogénito, su padre lo puso al frente,
11 Jil quías, el segundo; Tebalías, el tercero; Zacarías, el cuarto. El total de los hijos y hermanos de Josá fue de trece.
12 Estas secciones de los porteros, todo el personal masculino, igual que sus hermanos, tenían el cuidado del ministerio de la Casa de Yavé.
13 Echaron suertes para cada puerta, sobre pequeños y grandes según sus casas paternas.
14 Para la puerta oriental la suerte cayó sobre Selemías. Después echaron suertes para la puerta del norte, la cual le tocó a su hijo Zacarías, que era un prudente consejero.
15 A Obededom le tocó el sur, y a sus hijos los almacenes.
16 A Supim y a Josá, el occidente, junto a la puerta de la sala en el camino de la subida, correspondiéndose un puesto de guardia con el otro.
17 Al oriente se nombraban seis levitas por día, al norte cuatro por día, al mediodía, cuatro por día, y en los almacenes de dos en dos;
18 en el anexo del occidente había cuatro para la subida, dos para el anexo.
19 Estas son las clases de los porteros, tanto de los hijos de los coreítas como de los hijos de Medarí.
20 Los levitas sus hermanos, custodiaban los tesoros de la Casa de Yavé y los tesoros de las cosas consagradas.
21 Entre los hijos de Ladán, hijos de Guersón por la línea de Ladán y jefes de familia de Ladán el guersonita, se contaban los hijos de Jejiel.
22 Los hijos de Jejiel, de Zetan y de su hermano Joel, estaban al frente de los tesoros de la Casa de Yavé.
23 Juntamente con los amramíes, los jisharitas, los hebronitas y los uzelitas.
24 Sabuel, hijo de Guersón, hijo de Moisés, era el tesorero mayor.
25 Sus hermanos por parte de Eliezer: Rejabías, hijo suyo; Isaías, hijo suyo; Joram, hijo suyo; Zikri, hijo suyo; Selomit, hijo suyo.
26 Este Selomit y sus hermanos estaban al cuidado de las cosas que el rey David, los cabezas de las casas paternas, los jefes de mil y de cien y los demás jefes del ejército habían consagrado a Yavé.
27 Aquí había una parte del botín de guerra y de los despojos que los jefes habían consagrado para el sostenimiento de la Casa de Yavé.
28 Además, todo lo que habían consagrado el profeta Samuel, Saúl, hijo de Quis, Abner, hijo de Ner y Joab, hijo de Sarvia; todo lo consagrado estaba al cuidado de Selomit y sus hermanos.
29 De los yeseritas: Kenanías y sus hijos administraban como secretarios y jueces los negocios exteriores de Israel.
30 De los hebronitas: Jesabías y sus hermanos, hombres muy valerosos en número de mil setecientos, gobernaban la parte de Israel que está al otro lado del Jordán hacia el poniente, en todos los negocios concernientes al servicio de Yavé y del rey.
31 El jefe de los hebronitas era Jería, según la genealogía paterna de los hebronitas. Se hicieron investigaciones al respecto en el año cuarenta del reinado de David y se hallaron entre ellos hombres valerosos que habían estado en Yaser de Galaad.
32 También los hermanos de Jería eran hombres valerosos, en número de dos mil setecientos jefes de familias.
33 El rey David les dio el mando sobre los rubenitas y gaditas, y la media tribu de Manasés, en todo lo tocante al servicio de Yavé y del rey.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 27
Censos y nóminas
1 Censo de los hijos de Israel, jefes de familia, jefes de mil y de cien y escribas que estaban al servicio del rey para todo lo referente a las clases, la que entraba y la que partía cada mes durante todo el año. Cada clase contaba veinticuatro mil hombres.
2 Al frente de la primera sección de veinticuatro mil hombres para el primer mes, estaba Jesboam, hijo de Zabdiel,
3 de la familia de Fares, y era jefe de todos los oficiales del primer mes.
4 Al frente de la sección del segundo mes estaba Doday, el ajonita, y tenía por ayudante a uno llamado Miclot. Su sección era de veinticuatro mil hombres.
5 El tercer jefe para el tercer mes era Banaías, sacerdote hijo de Joyadá. Su sección era de veinticuatro mil hombres a su mando.
6 Este es aquel Banaías, uno de los Treinta valientes y sobre ellos. En su sección estaba su hijo Amizabad.
7 El cuarto jefe para el cuarto mes era Azael, hermano de Joab, y después de él Zabadías, su hijo. Su sección era de veinticuatro mil hombres.
8 El quinto jefe para el quinto mes era Samut, el zarjita, y su sección era de veinticuatro mil hombres.
9 El sexto jefe para el sexto mes era Hira, hijo de Iques de Tecoa; su sección era de veinticuatro mil hombres.
10 El séptimo jefe para el séptimo mes era Jeles de Pelet, de la tribu de Efraím; su sección era de veinticuatro mil hombres.
11 El octavo jefe, para el octavo mes, era Sobcaí de Husat, de la familia de Zarají. Su sección era de veinticuatro mil hombres.
12 El noveno, para el mes noveno, Abiezer de Anatot, de los hijos de Benjamín. Su sección era de veinticuatro mil hombres.
13 El jefe décimo para el décimo mes era Maraí de Netofat, de la familia de Zarjí. Su sección era de veinticuatro mil hombres.
14 El undécimo jefe para el mes undécimo era Banaías de Faratón, de la tribu de Efraím, y su sección era de veinticuatro mil hombres.
15 El duodécimo jefe para el mes duodécimo era Holdai de Netofat, de la familia de Otoniel. Su sección era de veinticuatro mil hombres.
16 Al frente de las tribus de Israel: De la tribu de Rubén era encargado Eliezer, hijo de Zecrí. De la de Simeón, Safatías, hijo de Maacá.
17 De la de Leví, Jasabías, hijo de Camuel, pero Sadoq era jefe de los descendientes de Aarón.
18 De la tribu de Judá, Eliú, hermano de David.
19 De la de Isacar, Amrí, hijo de Micael. De la de Zabulón, Jesmaías, hijo de Abdías. De la de Neftalí, Jerimot Asriel.
20 De la de Efraím, Oseas, hijo de Azazía. De la media tribu de Manasés, Joel, hijo de Fodaya.
21 De la media tribu de Manasés, en Galaad, era el jefe Jidon, hijo de Zacarías. De la tribu de Benjamín, Jasiel, hijo de Abner.
22 De la de Dan, Ezrihel, hijo de Jeroyam; éstos eran los jefes de los hijos de Israel.
23 David no hizo el censo de los que tenían menos de veinte años, porque Yavé había dicho que multiplicaría a Israel como las estrellas del cielo.
24 Joab, hijo de Sarvia, comenzó a hacer el censo, pero no lo acabó porque esto hizo enojar a Yavé, quien descargó su cólera sobre Israel; por esta razón el número de los que fueron contados no fue incluido en el libro de las Crónicas del rey David.
25 Azmavet, hijo de Adiel, tenía a su cargo los tesoros del rey. Jonatán, hijo de Uzías, tenía a su cargo los depósitos que estaban en el campo, en las ciudades, aldeas y torres.
26 Ezrí, hijo de Jelub, era el encargado de los labradores del campo que cultivaban las tierras;
27 Semí, de los que cultivaban las viñas; Sabdí, de Sefa, encargado de las provisiones de vino de las viñas.
28 De los olivares y sicomoros que había en la tierra baja, Baaljanan de Gueder era el encargado.
29 De los almacenes de aceite, Joas. De los rebaños de vacas que pacían en Sarón, Sitray el saronita; los que pacían en los valles estaban bajo cuidado de Safat, hijo de Adalay.
30 De los camellos, Obiel el ismaelita; de las burras, Jeideías, de Meronot; 31 de las ovejas, Yazis el hagrita.
31 Todos estos eran intendentes administradores de los bienes y propiedades del rey.
32 Jonatán, tío de David, hombre prudente e instruido, era consejero del rey. Jilíel, hijo de Jakmení, cuidaba de los hijos del rey.
33 Ajitofel era consejero del rey, y Jusay el arquita era el amigo del rey.
34 Después de Ajitofel, lo fueron Jeoyadá, hijo de Benaías, y Abiatar. Joab era el jefe del ejército del rey.
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 28
Instrucciones de David referentes al templo
1 David reunió en Jerusalén a todos los jefes de Israel, los jefes de las tribus, los jefes de las secciones al servicio del rey, los jefes de mil y de cien, los administradores de las posesiones y ganados del rey, y de sus hijos, a los funcionarios, a los héroes y a los más valientes del ejército.
2 Poniéndose en pie el rey David dijo:
2 «Escúchenme, hermanos y pueblo mío: Yo me preocupaba por edificar una Casa donde descansara el Arca de la Alianza de Yavé, que es la tarima de los pies de nuestro Dios. Ya había hecho yo preparativos para su construcción,
3 pero Dios me dijo: No edificarás la Casa para mi nombre, pues eres hombre de guerra y has derramado sangre.
4 Sin embargo, Yavé, el Dios de Israel, me ha elegido de entre toda la familia de mi padre, para que fuese rey de Israel para siempre. Pues escogió a la tribu de Judá para tener el mando y entre las familias de Judá a la de mi padre, y de entre los hijos de mi padre, me escogió a mí para hacerme rey de todo Israel.
5 Y de entre todos mis hijos, pues Yavé me ha dado muchos hijos, eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Yavé sobre Israel.
6 Y él me dijo: Tu hijo Salomón edificará mi Casa y mis patios; porque le he escogido a él por hijo mío, y yo seré para él padre.
7 Afirmaré su reino para siempre, con tal de que se mantenga firme en el cumplimiento de mis mandamientos y mis normas como lo hace hoy.
8 Ahora, pues, a los ojos de todo el pueblo de Israel, que es la asamblea de Yavé, y a oídos de nuestro Dios, guarden y mediten todos los mandamientos de Yavé su Dios, para que puedan poseer esta tierra espléndida y la dejen como heredad a sus hijos después de ustedes para siempre.
9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón entero y con ánimo cariñoso, porque Yavé sondea a todos los corazones y penetra los pensamientos en todas sus formas. Si lo buscas, se dejará encontrar, pero si lo dejas, él te arrojará para siempre.
10 Mira ahora que Yavé te ha elegido para edificar una Casa que sea su santuario. Sé fuerte y manos a la obra.»
11 Entonces David dio a su hijo Salomón el diseño del vestíbulo y de los demás edificios, de los almacenes, de las salas altas, de las salas interiores y de la pieza donde estaría el lugar del Perdón;
12 y también el diseño de todo lo que había pensado respecto de los patios de la Casa de Yavé, y de todas las cámaras de alrededor para los tesoros de la Casa de Dios, y los tesoros de la Casa de Dios y los tesoros de las cosas consagradas.
13 Asimismo respecto a las clases de los sacerdotes y de los levitas y del ejercicio del servicio de la Casa de Yavé, como también de todos los utensilios del servicio de la Casa de Yavé.
14 Referente al oro le señaló el peso en oro que tendría cada uno de los utensilios de cada servicio, y también la plata, según el peso que correspondía a cada uno de los utensilios de cada clase de servicio;
15 asimismo el peso de los candelabros de oro y sus lámparas y para los candelabros de plata según el peso de cada candelabro y sus lámparas, conforme al uso de cada candelabro;
16 y el peso de oro para cada una de las mesas de los panes de la ofrenda y el peso de plata para las mesas de plata;
17 oro puro para los tenedores, los acetres y los jarros; y asimismo lo correspondiente para las copas de oro, según el peso de cada copa y para las copas de plata, según el peso de cada copa; para el altar del incienso, oro acrisolado según el peso.
18 Asimismo el modelo del carro, con los querubines que extienden las alas y cubren el Arca de la Alianza de Yavé.
19 Todo esto está en un escrito de la mano de Yavé, que me dio a conocer todos los detalles del diseño.
20 David dijo además a su hijo Salomón: «¡Sé fuerte y ten buen ánimo; y manos a la obra! No temas ni desmayes, porque Yavé, Dios, el Dios mío, está contigo, no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la Casa de Yavé.
21 Ahí tienes las clases de los sacerdotes y de los levitas para todo el servicio de la Casa de Yavé; estarán a tu lado, para cada tipo de obra, todos los hombres de buena voluntad y hábiles para cualquier clase de servicio; también los jefes y el pueblo entero están a tus órdenes.»
Primer Libro de las Crónicas (1Crón) Capítulo 29
1 El rey David dijo a toda la asamblea: «Mi hijo Salomón, al que Dios eligió, es todavía muy joven, y la obra es grande; pues esta Casa no es para un hombre, sino para Yavé, Dios.
2 Con todas mis fuerzas he preparado para la Casa de Dios el oro para los objetos de oro, la plata para los objetos de plata, el bronce para los objetos de bronce, el hierro para los de hierro y la madera para los de madera; piedras de ónice y de engaste, piedras brillantes y de varios colores, toda clase de piedras preciosas y piedras de alabastro en abundancia.
3 Fuera de esto, en mi amor por la Casa de mi Dios, doy a la casa de mi Dios el oro y la plata que tengo, además de todo lo que tengo preparado para la Casa del Santuario:
4 tres mil talentos de oro, del oro de Ofir, y siete mil talentos de plata acrisolada para recubrir las paredes de los edificios.
5 El que quiera, pues, puede hacer una ofrenda a manos llenas a Yavé, oro para los objetos de oro, plata para los de plata y para todas las obras de los artesanos.»
6 Entonces los cabezas de familia, los jefes de las tribus de Israel, los jefes de mil y de cien, los encargados de las obras reales,
7 se comprometieron a dar, para el servicio de la Casa de Dios, cinco mil talentos de oro, diez mil monedas de oro y diez mil talentos de plata, dieciocho mil talentos de bronce y cien mil talentos de hierro.
8 Los que tenían piedras preciosas las entregaron para el tesoro de la Casa de Yavé, en manos de Jejiel el guersonita.
9 Y el pueblo se alegró por estas ofrendas voluntarias; porque de todo corazón lo habían ofrecido espontáneamente a Yavé. También el rey David tuvo una gran alegría.
10 Después David bendijo a Yavé en presencia de toda la asamblea. Dijo:
10 «Bendito tú, oh Yavé, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre hasta siempre.
11 Tuya, oh Yavé, es la grandeza, la fuerza, la magnificencia, la duración y la gloria; pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra.
12 Tuya, oh Yavé, es la realeza; tú estás por encima de todo. Te acompañan la gloria y las riquezas. Tú eres dueño de todo; en tu mano están el poder y la fortaleza y es tu mano la que todo lo engrandece y a todo da consistencia.
13 Pues bien, oh Dios nuestro, te celebramos y alabamos tu nombre magnífico.
14 ¿Quién soy yo, y quién es mi pueblo para que tengamos con qué ofrecerte todo esto? Porque todo viene de ti, y de tu mano proviene lo que te damos.
15 Porque somos forasteros y huéspedes delante de ti como todos nuestros padres; nuestros días sobre la tierra pasan como sombras y no hay esperanza.
16 Yavé, Dios nuestro, todo lo que amontonamos para edificar una Casa para tu Santo Nombre viene de tu mano; todo es tuyo.
17 Bien sé, Dios mío, que tú pones a prueba los corazones y amas la rectitud de corazón. Tú sabes que todo te lo ofrecí espontáneamente y ahora veo con alegría que tu pueblo, que está aquí, te ofrece espontáneamente sus dones.
18 Oh, Yavé, Dios de nuestros padres Abraham, Isaac e Israel, conserva perpetuamente estos pensamientos en el corazón de tu pueblo, y dirige tú su corazón hacia ti.
19 Da a mi hijo Salomón un corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus instrucciones y tus preceptos, y lo ponga todo por obra y edifique la Casa que yo he preparado.»
20 Después dijo David a toda la asamblea: «Bendigan a Yavé su Dios», y toda la asamblea bendijo a Yavé, el Dios de sus padres, y se arrodillaron para postrarse ante Yavé y ante el rey.
21 Al día siguiente sacrificaron víctimas a Yavé y le ofrecieron holocaustos: mil novillos, mil carneros y mil corderos, con sus libaciones, y muchos sacrificios por todo Israel.
22 Aquel día comieron y bebieron ante Yavé con gran gozo. Luego proclamaron segundo rey a Salomón hijo de David, lo ungieron en nombre de Yavé y del sacerdote Sadoq.
23 Salomón se sentó como rey sobre el trono de Yavé en el lugar de su padre David. Prosperó y todo Israel le obedeció.
24 Todos los jefes, los valientes y también todos los hijos del rey David, juraron obediencia al rey Salomón.
25 Yavé engrandeció en gran manera a Salomón a los ojos de todo el pueblo de Israel, y le dio un reinado glorioso como nunca había tenido ninguno de los que habían tenido el mando en Israel antes que él.
26 David, hijo de Jesé, había reinado sobre todo Israel.
27 El tiempo que duró su reinado sobre Israel fue de cuarenta años. En Hebrón reinó siete años y en Jerusalén treinta y tres.
28 Murió al fin de una vejez dichosa, lleno de días, de riquezas y gloria; y le sucedió en el trono su hijo Salomón.
29 Los hechos del rey David, desde los primeros a los últimos, están escritos en el libro de la historia del vidente Samuel, en el libro del profeta Natán y en el del vidente Gad,
30 con la historia de todo su reinado y sus hazañas y las cosas que le sobrevinieron a él, a Israel y a todos los reinos de los demás países.