1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo. Del maestro de coro.
La justicia y la paz se han abrazado.—La salvación que Dios nos trae es como un enlace entre cielo y tierra, una obra común de Dios y de los humanos. Cristo es la plenitud de Dios y el fruto de nuestra tierra.
2 Señor, has sido bueno con tu tierra:
hiciste volver a los cautivos de Jacob.
3 Suprimiste la deuda de tu pueblo,
perdonaste totalmente su pecado.
4 Depusiste todo tu furor,
y volviste del ardor de tu cólera.
5 Restablécenos, Dios, salvador nuestro,
pon fin a tu resentimiento con nosotros.
6 ¿Estarás siempre irritado con nosotros,
de edad en edad proseguirá tu cólera?
7 ¿No volverás, acaso, a darnos vida
para que tu pueblo en ti se regocije?
8 ¡Haz, Señor, que veamos tu bondad
y danos tu salvación!
9 Quiero escuchar lo que dice el Señor,
pues Dios habla de paz
a su pueblo y a sus servidores,
con tal que en su locura no recaigan.
10 «Cerca está su salvación de los que le temen
y habitará su Gloria en nuestra tierra.
11 La Gracia y la Verdad se han encontrado,
la Justicia y la Paz se han abrazado;
12 de la tierra está brotando la verdad,
y del cielo se asoma la justicia.
13 El Señor mismo dará la felicidad,
y dará sus frutos nuestra tierra.
14 La rectitud andará delante de él,
la paz irá siguiendo sus pisadas.»