Confianza en el Señor.—El peregrino podía admirar las murallas de Jerusalén, casi inaccesibles para los enemigos. Es una imagen de la protección de Dios.
1 Los que buscan apoyo en el Señor
se parecen al monte Sión:
inconmovible y estable para siempre.
2 Jerusalén, los montes la rodean,
así el Señor está en torno a su pueblo
desde ahora y para siempre.
3 Jamás el cetro impío se impondrá
sobre la parcela de los justos,
no sea que los justos
ensangrienten sus manos en el crimen.
4 Con los buenos, Señor, pórtate bien,
con los que tienen rectitud de corazón.
5 Mas a los que son dobles y traidores,
los eche el Señor con los malhechores.
6 ¡Tenga paz Israel!