1 Poema. De David. Cuando estaba en la cueva. Oración.
En la hora de la prueba.—Oración del que está en la más profunda miseria. Este salmo se adapta a la pasión de Cristo, y San Francisco quiso rezarlo al morir.
2 Al Señor imploro a grandes voces,
al Señor suplico a grandes voces.
3 En su presencia explayo mi lamento
y ante él relato mi aflicción
4 cuando en mí desfallece mi espíritu,
pero tú, ¿no conoces mi sendero?
En el camino por donde pasaba
ocultaron una trampa.
5 Dirige a la derecha tu mirada
y ve cómo ninguno me conoce.
Lejos de mí está cualquier refugio,
nadie se preocupa de mi vida.
6 ¡A ti clamo, Señor, a ti te digo:
«Tú eres mi esperanza,
mi parte en la tierra de los que viven!»
7 Atiende a mi clamor
porque estoy muy decaído.
Ponme a salvo de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
8 Sácame de la prisión
para que dé gracias a tu Nombre.
Una ronda harán los justos en torno a mí
al saber los favores que me has hecho.