Coro:
1 Vuelve, Sulamita, vuelve;
1 vuelve, vuelve para contemplarte.
El:
1 ¿Por qué miran a la Sulamita,
1 cuando entra con los coros en la danza?
2 Hija de príncipes,
2 qué graciosos son tus pasos
2 con esas sandalias.
2 La curva de tus caderas es un collar
2 hecho por manos de artistas.
3 Tu ombligo es un cántaro
3 donde no falta el vino con especias.
3 Tu vientre es como una pila de trigo,
4 tus dos pechos cervatillos coquetones
4 mellizos de gacela.
4 Tu cuello, como torre de marfil.
5 Tus ojos, las piscinas de Jesbón,
5 junto a la puerta de Bat-Rabím.
5 Tu nariz es la cumbre del Líbano,
5 centinela que mira hacia Damasco.
6 Tu cabeza se yergue: es el Carmelo,
6 tu cabellera tiene reflejos de púrpura;
6 un rey se halla preso en sus trenzas.
7 ¡Qué bella eres, qué encantadora,
7 oh amor, en tus delicias!
8 Tu talle se parece a la palmera;
8 tus pechos, a los racimos.
9 Me dije: subiré a la palmera,
9 míos son esos racimos de dátiles.
9 ¡Sean tus pechos como racimos de uvas
9 y tu aliento como perfume de manzanas!
10 ¡Tus palabras sean
10 como vino generoso!
Ella:
10 Vaya derecho hacia el amado
10 fluyendo de mis labios.
11 Yo soy para mi amado
11 y su deseo tiende hacia mí.
12 Amado mío, ven, salgamos al campo,
12 pasaremos la noche en los pueblos,
13 de mañana iremos a las viñas;
13 veremos si las parras han brotado,
13 si se abren las flores
13 y florecen los granados.
13 Allí te entregaré todo mi amor.
14 Las mandrágoras exhalan
14 su fragancia.
14 Mira a nuestras puertas
14 esos frutos exquisitos,
14 nuevos y añejos,
14 que guardaba para ti, amado mío.
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Comentarios Cantar de los Cantares, capítulo 7
7,2
Nuevamente el amado canta las alabanzas de su compañera. Esto es común en los versos de amor, pero la tradición de estos países quería que las diferentes partes del cuerpo de la amada evocasen los atributos de las diosas. Ahora bien, aquí es muy diferente; la alabanza de la amada, al igual que en 6, 4, es una evocación de la tierra de Palestina, de sus bellezas y sus campos. El rey preso en las trenzas es muy probablemente el pequeño reino de Tiro, ubicado al norte del monte Carmelo, que también cita el salmo 45 en un contexto parecido.
v. 5 El cuello de la amada es una torre de marfil; era la torre de David en 4,4. Cuello alto, símbolo de fiereza. Permitía llevar altos adornos, collares hechos de placas de orfebrería, como se puede ver en las imágenes antiguas.
v. 8 La palmera era un árbol sagrado: ver la descripción de la decoración del templo en 1Re 6 y Ez 40-41. En Egipto especialmente era el símbolo de diosas altas y esbeltas y de senos pesados. El Señor, tan generoso, no está menos in teresado en disfrutar de sus elegidos.
7,11
Yo soy para mi amado, y su deseo tiende hacia mí. Es un recuerdo de las palabras deGén 3,16, pero aquí la condenación que afectaba a la mujer toma un giro diferente: no será ella quien se someterá por obligación a su marido, sino que será éste quien la va a necesitar. ¡Dios me necesita y no es para que le haga un trabajo! Hay una experiencia de la vida creada y del amor que él quiso hacer conmigo y que sólo podrá llevar a cabo por mi intermedio.